"Los que asuman el riesgo de enviar al país al paredón, porque esa es la cuestión (...), tendrán que asumir la responsabilidad de un debilitamiento duradero del país", dijo este miércoles la portavoz del Gobierno, Maud Bregeon, en una entrevista en la cadena pública FranceInfo.
Bregeon, que se refería al rechazo de la oposición a aprobar los presupuestos que están en pleno trámite parlamentario y las amenazas de votar una moción de censura, advirtió que una "crisis política" y una "crisis financiera probable" perjudicarían también al "peso diplomático" de Francia.
"Podemos elegir entre levantar la cabeza o hundirnos en un déficit que nos llevará a una fragilidad duradera", dijo, después de que este martes la prima de riesgo francesa (la diferencia de interés respecto a la alemana, que sirve de referencia) marcara un nuevo récord desde 2012, de 86 puntos básicos.
La portavoz insistió en que, durante la negociación de los presupuestos, el Gobierno ha cedido en ciertos compromisos con el resto de bloques políticos e insistió en que el país se encuentra en una encrucijada.
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El propio Barnier manifestó a última hora del martes, en una entrevista en la televisión TF1, que "habrá una tormenta bastante grave y turbulencias graves en los mercados financieros" si se tumba a su Ejecutivo en el Parlamento a causa de los presupuestos.
Pero, ante la falta de mayoría para aprobarlos, reconoció que "es probable" que tenga que recurrir a un mecanismo constitucional que le permite adoptar las cuentas públicas sin el voto de los diputados (el artículo 49.3) y eso abriría las puertas a una moción de censura.
Se trata de unos presupuestos que incluyen importantes recortes para tratar de reducir al 5 % del producto interior bruto (PIB) en 2025 el elevado déficit público francés, que se prevé del 6,1 % este año, y ponerse en camino de cumplir con las exigencias de Bruselas.
En ese escenario, tanto la izquierda como la extrema derecha amenazan con votar a favor de la caída del actual Gobierno, que asumió en septiembre tras los dos meses de completa incertidumbre política que siguieron a la decisión del presidente del país, Emmanuel Macron, de disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones el pasado junio.
La llave de una potencial caída del Gobierno la tiene en especial la extrema derecha de Marine Le Pen, que esta misma semana avisó que "si los presupuestos siguen tal cual" votará a favor de la censura del Gobierno.
La líder de la Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) se reafirmó este miércoles en su posición, al señalar en la red social X que, aunque hay conversaciones con el Ejecutivo y eso es "mejor que nada", pero "no bastará".
En particular redobló su oposición a la intención del gobierno de aumentar los impuestos a la electricidad, de abandonar el reembolso de ciertos medicamentos y de no indexar las pensiones a la inflación, además de reclamar "reformas estructurales del gasto del Estado y proteger a las empresas".
