“Esta mañana un ciudadano suizo cometió suicidio en la prisión de (la ciudad de) Semnan”, informó el jefe de Justicia provincial, Walmuslimin Akbari, en una declaraciones recogidas por la agencia Mizan, del Poder Judicial iraní.
Akbari indicó que el ciudadano suizo, de quien no proporcionó su nombre, compartía celda con otro preso, a quien pidió que fuese a pedir comida y en su ausencia se quitó la vida.
“El prisionero aprovechó el tiempo que se quedó solo en la celda y se suicidó”, aseguró la fuente, quien remarcó que “está claro que se suicidó”.
El preso europeo había sido arrestado por las agencias de seguridad por “espionaje” y su caso se estaba procesando, según Mizan, que no ofreció detalles de cuándo fue detenido ni de qué se le acusaba exactamente.
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Irán ha sido acusado por países occidentales de usar a presos con doble nacionalidad y extranjeros como medida de presión o para el intercambio de prisioneros con otros Estados, una práctica calificada de “diplomacia de los rehenes” por organizaciones de derechos humanos.
En el último caso la periodista italiana Cecilia Sala en Teherán fue detenida el 19 de diciembre acusada de violar las leyes de la República Islámica y liberada este miércoles.
Según medios y analistas, Irán habría querido usar a la periodista italiana como método de presión para evitar la extradición de un ciudadano iraní arrestado en Italia a petición de Estados Unidos.
En junio pasado, Irán intercambió a los ciudadanos suecos Johan Floderus y Said Azizi con el iraní Hamid Nuri, condenado a cadena perpetua por la justicia sueca por ser uno de los responsables de las ejecuciones masivas de presos políticos en 1988.