La alerta se produce un día después del ataque lanzado por Ucrania contra infraestructuras militares situadas en territorio ruso, que ha sido considerado por Kiev la mayor ofensiva lanzada desde el comienzo de la guerra.
En el ataque fueron golpeados objetivos situados en las regiones de Briansk, Sarátov, Tula y Tatarstán, situados a entre 200 y 1.100 kilómetros de la frontera con Ucrania.
