El jefe policial explicó que el suceso se produjo la noche del viernes cuando "una turba de personas, en una cantidad de 200" llegaron hasta la comisaría policial con la intención de "tomar esos predios", custodiados por 12 uniformados.
Rojas precisó que este suceso dejó a tres policías heridos, quienes se encuentran hospitalizados en distintos centros médicos de la región.
Ya se ha iniciado una investigación para identificar a los agresores.
Algunos videos que se difundieron en las redes sociales mostraron que los policías fueron expulsados de la comisaría por parte de gente que estaba con algunos palos y que se movilizó en motocicletas.
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Rojas precisó que los uniformados tomaron algunas "previsiones" ya que cerraron la comandancia y aseguraron los ambientes, además de pedir refuerzos a los policías de Montero, una de las ciudades más cercanas.
También indicó que no pudieron "soportar la presión" en el lugar y se vieron forzados a irse, y que después una parte del grupo de agresores irrumpió en la comisaría destrozando esas instalaciones y los vehículos policiales.
"Se están tomando las acciones correspondientes tanto la investigación del caso, porque no es la manera de tomar dependencias policiales, esto involucra actos delictivos", agregó.
Asimismo, dijo que durante esta madrugada se realizó un operativo con lo que el personal policial ha conseguido retornar al lugar.
Extraoficialmente se conoce que los agresores son presuntos revendedores de combustible y que cometieron el ataque como represalia a un operativo que realizaron los policías en Yapacaní para decomisar esa venta.