Orhan Turan, presidente de la asociación de empresarios TÜSIAD, y Ömer Aras, presidente de su consejo asesor, fueron trasladados ayer ante el Tribunal de Estambul por orden de la Policía, y fueron interrogados durante cuatro horas.
Poco antes, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, había acusado a TÜSIAD de haberse "pasado de la raya" con sus críticas al Gobierno islamista.
Tras el interrogatorio, el tribunal dictaminó que hay pruebas de que los dos empresarios han difundido "información falsa sobre la seguridad interior y exterior de Turquía, el orden público y la salud general, de manera capaz de perturbar la paz pública, con el único objetivo de crear inquietud, miedo o pánico entre el público".
Los dos directivos argumentaron en su defensa que las opiniones que vertieron, y por las que han sido llevados a declarar, se referían a cómo mejorar la economía del país y que sólo trataron de manifestar la preocupación de la sociedad turca.
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Turan, directivo de la compañía de material aislante ODE, pidió que se le levantara el veto argumentado que su empresa exporta a 80 países y que a menudo viaja al extranjero con el ministro de Comercio.
Aras, presidente ejecutivo de QNB, uno los mayores bancos de Turquía, también explicó que su cargo le obliga a viajar a menudo.
Los dos directivos están siendo investigados por "difundir información falsa" e "intento de influir en un juicio".
La semana pasada, durante una asamblea de TÜSIAD, Aras aseguró que Turquía "está con la moral baja" y sufre "una crisis de confianza" por la frágil economía y la "destitución de cargos electos" en referencia a la intervención de municipios dirigidos por partidos opositores y la sustitución de sus alcaldes por funcionarios del Ministerio del Interior.
