AI denuncia que presos en Egipto son represaliados por quejarse de condiciones carcelarias

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El Cairo, 6 mar (EFE).- Amnistía Internacional (AI) denunció este jueves que los reclusos en cárceles de Egipto sufren represalias como traslados de prisión, negación de visitas y privación de tiempo al aire libre, por protestar contra las condiciones carcelarias "inhumanas".

Desde principios de enero, varios detenidos en la prisión 10 de Ramadán -que opera desde 2023 y se ubica en la gobernación de Sharqia, al noreste de El Cairo-, iniciaron una huelga de hambre para exigir la liberación de quienes llevan más de seis meses en prisión preventiva, mejoras en las condiciones penitenciarias y la destitución del oficial a cargo del penal, a quien acusan de abusos, afirmó AI en una nota.

"En lugar de abordar las deplorables condiciones de detención en la cárcel 10 de Ramadán, las autoridades intentan silenciar a los presos que denuncian estos abusos castigándolos. Incluso en prisiones modernas como esta, los reclusos siguen sufriendo maltratos a manos de las autoridades penitenciarias, que operan sin la debida supervisión ni rendición de cuentas", lamentó el investigador sobre Egipto en AI, Mahmoud Shalaby.

Tras la protesta, las autoridades trasladaron a al menos tres detenidos a cárceles conocidas por sus duras condiciones de reclusión y que, según denunciaron a AI algunos de los familiares de los afectados, son centros que se encuentran a kilómetros de donde reside la red de apoyo del detenido, lo que dificulta las visitas.

En este sentido, AI aseveró que las autoridades egipcias debían "permitir el acceso sin restricciones y sin previo aviso de observadores nacionales e internacionales a las cárceles del país", con el fin de que estos puedan garantizar que se cumplen las condiciones de detención según el derecho y los estándares internacionales.

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De acuerdo con los familiares de los presos trasladados, los detenidos permanecen en sus celdas "23 horas al día y solo pueden hacer ejercicio durante una hora en un corredor dentro del edificio" y que además, las autoridades restringieron las visitas a una de 20 o 30 minutos al mes, cuando lo estándar es permitir visitas semanales de una hora para los detenidos preventivos y dos visitas al mes para los condenados.

Basándose en investigaciones sobre 16 cárceles en Egipto, AI documentó que las autoridades penitenciarias "someten a los presos de conciencia y a otros detenidos por motivos políticos a torturas y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes" y que se les "niega deliberadamente el acceso a atención médica, lo que pone en riesgo su salud y vida".