"Anunciamos la buena noticia a nuestras familias civiles de que logramos contener su ataque traidor y trabajaremos para terminar su presencia y salvar a la sociedad de su maldad, devolveremos la estabilidad a la zona y preservaremos las propiedades de nuestra gente", aseguró el director de la dirección de seguridad pública en la provincia de Latakia, Mostafa Kenifaty, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias siria, SANA.
El oficial explicó que "varios grupos de los remanentes de las milicias de Al Asad" atacaron esta tarde hora local puestos de control de las fuerzas de seguridad en un "ataque estudiado y premeditado" en el que tuvieron como objetivo patrullas en la zona de Jableh y sus alrededores.
Esta acción "causó la caída de varios mártires y heridos en las filas de nuestras fuerzas", aseveró Kenifaty, sin dar más detalles.
No obstante, la televisión siria alineada con la nueva administración de Ahmed al Sharaa informó de que al menos 13 miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en el ataque.
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"Los edificios gubernamentales y las propiedades públicas y hasta las privadas no quedan a salvo del ataque de las milicias de Al Asad, pues han saboteado y destrozado los servicios públicos en Jableh y su alrededor", según el oficial, que añadió que han recibido refuerzos de seguridad procedentes de otras provincias del país.
En respuesta a este ataque, cientos de personas salieron en diferentes ciudades para manifestar su apoyo a la nueva administración siria, formada tras el derrocamiento de Al Asad el pasado 8 de diciembre.
También durante esta acción, un camarógrafo de la cadena Al Jazeera resultó herido, informó la agencia siria y el canal catarí.
Ante el repunte de la violencia, las autoridades sirias anunciaron toques de queda hasta la mañana del viernes en las provincias costeras del país, incluida Latakia, donde las fuerzas de seguridad lograron frustrar un ataque de los remanentes de Al Asad contra uno de sus puestos, lo que resultó en la muerte de un atacante, según SANA.
Asimismo, durante una de las redadas en Jableh, también arrestaron al mayor general Ibrahim Huwaija, ex jefe de la Inteligencia de la Fuerza Aérea siria durante el mandato de Hafez al Asad (el padre de Bachar) y acusado de supervisar el asesinato del líder druso libanés Kamal Jumblatt en 1977.
Las fuerzas sirias lanzaron hace dos días una campaña de seguridad en Latakia después de que fieles a Al Asad mataran a dos efectivos en una emboscada, según SANA.
En Siria se han producido enfrentamientos y tiroteos en varias zonas, atribuidos a partidarios de Al Asad, y las nuevas autoridades han anunciado campañas contra estos remanentes del anterior régimen.
Latakia es un antiguo feudo de la familia Al Asad y el núcleo de la minoría alauita de la familia, rama del chiísmo que profesa el derrocado presidente.