El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo en una declaración televisada que todavía existen "riesgos muy serios" relacionados con esta tormenta, que -pronosticó- seguirá causando fuertes precipitaciones, vientos intensos e inundaciones.
Explicó que la Policía está buscando a un hombre que desapareció el viernes en la tarde tras ser arrastrado por las aguas cuando intentaba cruzar un puente en Nueva Gales del Sur -que alberga la ciudad de Sídney-, si bien estos operativos de rescate se han visto retrasados por la persistencia de condiciones meteorológicas "peligrosas".
Según datos oficiales, cerca de 300.000 hogares e instalaciones se encuentran sin servicio eléctrico, una situación que tardará "varios días" para solventarse, de acuerdo con las autoridades.
En las regiones del sureste de Australia -sobre las que la baja tropical está moviéndose lentamente, según muestran las imágenes satelitales- las autoridades han rebajado el nivel de las alertas y han recomendado a los ciudadanos "observar y actuar".
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Sin embargo, el Gobierno recordó que los ríos están llenos, hay numerosos árboles caídos y varias inundaciones, por lo que insisten en la necesidad de mantener la precaución, especialmente en las próximas 48 horas.
Aunque las previsiones apuntan a que las lluvias empezarán a disminuir la noche del domingo, se mantiene la orden de escuelas cerradas hasta el martes, en tanto que decenas de vuelos han sido cancelados y el aeropuerto de Brisbane sigue cerrado.
Los efectos de Alfred mientras se mantuvo como un ciclón de categoría 2 se comenzaron a notar el viernes en zonas costeras del sureste de Australia, donde se registraron olas de hasta 12,3 metros de altura y vientos fuertes.
El fenómeno meteorológico podría además retrasar el anuncio de la fecha de las elecciones generales, que se especulaba podía darse a conocer este domingo.
Australia ha sufrido en los últimos años graves sequías, inundaciones e incendios forestales debido en parte al calentamiento global por el exceso de los gases de efecto invernadero en la atmósfera.