Abás: Israel agrava el sufrimiento de los gazatíes con la suspensión de servicios básicos

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Jerusalén, 23 mar (EFE).- El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, que gobierna en partes reducidas de la Cisjordania ocupada, denunció este domingo en un discurso, difundido por la agencia Wafa, con motivo del Día Mundial del Agua, que Israel "ha ido más allá de la violencia directa" contra la población gazatí y que ha buscado "agravar su sufrimiento con la negación de servicios básicos, en particular el agua".

"Las fuerzas de ocupación israelíes han interrumpido sistemáticamente la prestación de servicios esenciales, incluido el agua, y han impedido que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan", dijo.

Abás recordó que el "uso del agua como instrumento de tortura, desplazamiento y coerción" por parte de Israel forma parte "de una política sistemática que lleva décadas en vigor".

Desde el estallido de la ofensiva israelí en Gaza, el Ejecutivo israelí solo estuvo vendiendo electricidad a la Franja que sirve para el funcionamiento de tratamiento de aguas residuales.

El pasado 9 de marzo, el ministro de Energía israelí, Eli Cohén, ordenó cortar cualquier suministro de electricidad al enclave palestino, lo que afecta al funcionamiento de la planta desalinizadora en Deir el Balah, el centro de Gaza, que abastece a más de 600.000 gazatíes.

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Desde entonces, esta planta ha pasado de producir unos 18.000 metros cúbicos de agua potable diarios a 2.500 metros cúbicos, confirmó recientemente a EFE la oenegé israelí Gisha.

Desde hace más de dos meses también permanece inoperativa la línea de agua de la empresa Mekrot, la compañía nacional de agua de Israel que suministraba agua a toda la región central gazatí, no tan devastada durante la guerra como toda la región norte, según la fuente.

La decisión de cortar la electricidad llegó después de que Israel también bloqueara la entrada de camiones con ayuda humanitaria tras romperse las negociaciones con Hamás sobre la liberación de rehenes.

"Han pasado tres semanas desde que las autoridades israelíes prohibieron la entrada de suministros a Gaza. Sin comida, sin medicinas, sin agua, sin combustible. Un asedio severo y más largo que el que se mantuvo en la primera fase de la guerra. La población de Gaza depende de las importaciones a través de Israel para su supervivencia", lamentó este domingo el jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini en su cuenta de X.