"Estas prácticas constituyen una flagrante violación de los derechos humanos y contravienen todas las leyes y convenciones internacionales", denunció el portavoz oficial del Gobierno sudanés y ministro de Cultura e Información, Jaled al Aiser, en un comunicado.
En la nota, afirmó que "las condiciones de los más de 4.000 prisioneros liberados de varias zonas de Jartum son una prueba contundente de la brutalidad y criminalidad de esta milicia terrorista", a la que acusó de "enterrar vivas a miles de personas inocentes en el Estado de Darfur Occidental", en el oeste del país.
El portavoz consideró que "estas violaciones (...) constituyen una prueba condenatoria de atrocidades que no se pueden negar ni encubrir", por lo que afirmó que "deben rendir cuentas los autores de estas atrocidades, que incluyeron inanición deliberada, negación de tratamiento médico y terror psicológico y físico".
En este sentido, se refirió a varios vídeos que circularon en redes sociales y medios de comunicación locales e internacionales que muestran a prisioneros liberados de los centros de detención de las FAR en Jartum "reducidos a esqueletos como resultado de brutales torturas y hambruna sistemática dentro de celdas llenas de dolor y muerte lenta".
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Según Al Aiser, los paramilitares aplicaron estas prácticas, que catalogó como crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, "con el fin de presionar a las víctimas por motivos racistas y odiosos".
Por todo ello, subrayó la necesidad de prestar asistencia urgente a las víctimas y de garantizar la justicia de conformidad con las normas internacionales, al tiempo que pidió a la comunidad internacional y a las organizaciones de derechos humanos que adopten una postura firme contra estas graves violaciones.
El portavoz sudanés afirmó que el Gobierno "no descansará hasta que todos los prisioneros y secuestrados sudaneses recluidos en centros de detención de los Estados de Kordofán y Darfur, así como todas las personas deportadas por la fuerza a esas zonas, sean liberados".
Esta denuncia se suma a la que realizó ayer la ONG local Red de Médicos de Sudán, que afirmó que decenas de prisioneros murieron como consecuencia de las "terribles condiciones humanitarias" a las que fueron sometidos por los paramilitares antes de su liberación en la zona de Yabal Awliya, al sur de Jartum.
Según esta organización, los paramilitares habían llevado a los prisioneros desde varios lugares donde se encontraban detenidos en Jartum hasta Yabal Awliya para su deportación al oeste de Sudán.
Sin embargo, el miércoles el Ejército tomó el control de la zona, obligando a los paramilitares a huir a través de Yabal Awliya, el que fuera su último bastión en el sur de Jartum.
