Citando, bajo anonimato, a funcionarios castrenses, el diario dice que el Ejército israelí busca absorber la zona entre el corredor de Filadelfia -fronterizo con Egipto- y el recientemente creado Eje Morag, un corredor militar que atraviesa tierras agrícolas entre Rafah y Jan Yunis.
"Ampliar la zona de amortiguación hasta este punto tiene implicaciones significativas. No solo abarca una vasta área —aproximadamente 75 kilómetros cuadrados (unas 29 millas cuadradas), o alrededor de una quinta parte de la Franja de Gaza—, sino que su separación convertiría a Gaza en un enclave dentro del territorio controlado por Israel, aislándola de la frontera con Egipto", dice Haaretz.
Según fuentes de defensa, aún no está decidido si toda Rafah será simplemente una área militar cerrada, fuera del alcance de los civiles, o si el Ejército va a demoler barrios enteros, mezquitas y cualquier edificio "eliminando efectivamente la ciudad de Rafah".
Más del 50 % de Gaza es inaccesible a los civiles
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Según la ONG israelí Rompiendo el Silencio, creada en 2014 por reservistas que se oponen a las políticas militares israelíes, antes de la creación del Eje Morag y del ensanche del área militar cerrada de Netzarim en el norte -que ocupa unos 6 kilómetros de ancho hasta el Mediterráneo-, alrededor del 16 % de la Franja (unos 55-58 km cuadrados) ya estaba controlada por el Ejército israelí.
Eso es porque el Ejército ocupa un perímetro que varía entre 800 metros y 1,5 kilómetros de ancho y que bordea el enclave de norte a sur, el cual, según la organización, ha ampliado desde que reinició la ofensiva en Gaza el pasado 18 de marzo.
Si a esto se le suman las órdenes de evacuación forzosa emitidas por el Ejército, después de que Israel rompiera de forma unilateral el alto el fuego el pasado 18 de marzo, los palestinos no pueden acceder a más del 50 % del territorio de Gaza, según datos de la ONU de principios de abril.
Según un informe publicado el 7 de abril por Rompiendo el Silencio, a este perímetro no pueden entrar los palestinos, y solo aproximarse a él puede ser motivo de abrir fuego contra ellos.
"El control militar es absoluto sobre la zona. La misión encomendada a los soldados en el terreno, según revelan sus testimonios, era crear una extensión vacía, sin nada, de aproximadamente un kilómetro de ancho a lo largo del lado gazatí de la valla fronteriza", dice esta ONG tras entrevistar a militares.
"A los palestinos se les negó por completo la entrada a la zona, prohibición que se aplicó abriendo fuego, incluyendo ametralladoras y proyectiles de tanque. De esta manera, el Ejército creó una zona de aniquilación de enormes proporciones", añade en el informe.
