La Administración del Ciberespacio de China anunció recientemente la iniciativa, que tiene como objetivo crear un entorno digital “claro y ordenado” mediante la "identificación y corrección de comportamientos irregulares" frecuentes en plataformas de vídeos como Douyin, la versión china de la aplicación TikTok, bloqueada en el país asiático.
La campaña se centrará en tendencias como la creación deliberada de contenidos falsos, como la "escenificación de situaciones lastimeras", la suplantación de identidad o la "invención de relatos melodramáticos con fines lucrativos", en ocasiones bajo pretextos como la ayuda a colectivos vulnerables o el alivio de la pobreza, recogió este martes el diario local The Paper.
Las autoridades instan a las plataformas a realizar inspecciones exhaustivas y a adoptar medidas de control también contra la difusión de información falsa a través de técnicas como la edición manipulada, la presentación distorsionada de hechos o el uso indebido de herramientas de inteligencia artificial.
También serán objeto de supervisión los materiales que infrinjan normas de decoro público, como los casos de acoso verbal o físico en espacios públicos, así como los vídeos que contienen insinuaciones sexuales o muestran vestimenta provocativa, que buscan "inducir a interacciones de carácter vulgar".
Por último, las autoridades pondrán el foco en prácticas de mercadotecnia orientadas a atraer visitas, visualizaciones o consumo de manera considerada "indebida", sobre todo aquellas dirigidas a grupos vulnerables.
Entre estas prácticas, el órgano regulador citó los titulares demasiado sensacionalistas y la publicación de evaluaciones ficticias de productos o servicios.
El número de usuarios en China de aplicaciones de vídeos cortos, entre las que destacan la citada Douyin y Kuaishou como algunas de las más populares, ronda los 1.000 millones, según el Centro de Información de Internet y Redes del país.
En los últimos años, los reguladores han puesto en marcha numerosas campañas contra comportamientos como la ostentación de riqueza, la "información falsa", el "contenido inapropiado" y los "valores erróneos" en dichas plataformas, lo que ha llevado al cierre de miles de cuentas.
China es el país con más internautas del mundo, pero a la vez uno de los que ejercen mayor control en los contenidos: servicios populares en el resto del mundo como Google, Facebook, Twitter o YouTube están bloqueados en el país desde hace años.