"La ley que entra en vigor hoy (...) ofrece al Gobierno el poder de dictar quién puede expresar sus opiniones y sobre qué temas", afirma la ONG en un comunicado.
La nueva normativa priva a los húngaros de un derecho fundamental que se aplica desde la caída del Telón de Acero, en 1989, recuerda la organización de derechos humanos.
"La (ahora adoptada) legislación suprime el derecho de libre reunión, que hemos reconquistado hace solo 36 años, con la transición política", resalta.
Ante esta situación, AI anuncia el lanzamiento de una campaña que, bajo el lema '¡Una voz no basta!', proporciona "conocimientos y herramientas concretas para la resistencia pacífica" a quienes desafíen las nuevas normativas y participen en movilizaciones civiles incluso si están prohibidas.
La Constitución modificada y adoptada en el Parlamento por los diputados del conservador partido Fidesz del primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, permitirá a las autoridades prohibir las Marchas del Orgullo LGTBI+.
La normativa antepone "la protección de la infancia" a derechos fundamentales como el de reunión y libre expresión.
De esta forma ha quedado libre el camino a la aplicación de otra enmienda legal, aprobada en marzo para vetar "las asambleas que vulneren las prohibiciones previstas en la ley de defensa de los menores", entre ellas, las que promuevan o exhiban el cambio de sexo de nacimiento o la homosexualidad y la participación en ellas.
También prevé multas de hasta 490 euros y el uso de tecnologías de "reconocimiento facial" para identificar a los participantes de estos encuentros.
Hace dos semanas la Comisión Europea ha recordado que el derecho a manifestarse pacíficamente es un valor fundamental de la Unión Europea y afirmó que Bruselas está investigando la enmienda que, en la práctica, blinda la prohibición de la marcha del Orgullo.