Según detalla Wafa, las víctimas se encontraban entre una multitud de civiles que esperaban cerca de uno de los puntos instalados en el sur de la Franja cuando fuerzas israelíes abrieron fuego.
El Ejército israelí, de momento, no se ha pronunciado sobre este último incidente.
Desde la puesta en marcha de este nuevo modelo de distribución de ayuda humanitaria gestionado por la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), un grupo privado apoyado por Israel y Estado Unidos, más de un centenar de palestinos han muerto mientras esperaban cerca de los centros, según cifras de Hamás.
En estas dos primeras semanas de funcionamiento, la GHF solo ha instalado dos complejos en el sur y uno en el centro de la Franja, mientras que el norte todavía no hay ninguno, lo que deja sin abastecimiento a la población gazatí norteña.
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Los organismos internacionales y la ONU, que solían ser los principales encargados de la distribución de ayuda hasta que Israel decidió vetar todos los envíos al enclave a principios de marzo, han criticado la iniciativa por considerar que no es neutral, obliga a los palestinos a desplazarse y no respeta los principios humanitarios básicos.
La GHF dijo ayer que sus equipos están probando un nuevo sistema de entrega directa a las comunidades, en lugar de a través de centros de reparto.
Según la fundación, los resultados se evaluarán y se decidirá si se trata de "una opción viable de ahora en adelante".
