La UE alerta que poco ha cambiado en la "persistente y generalizada" violencia machista

Viena, 10 jun (EFE).- Los países de la Unión Europea (UE) deben aplicar políticas más eficaces contra la violencia machista para reducir este flagelo que se mantiene "persistente y generalizado" a pesar de las múltiples iniciativas legales puestas en marcha para combatirlo.

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Así lo afirma la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA) de la UE en su 'Informe de los Derechos Fundamentales 2025' que, presentado este martes en Viena, resalta lo poco que han variado en los últimos años las cifras de los estudios sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres.

"Las tasas de prevalencia general se mantienen muy similares una década después de la publicación de los resultados de la primera encuesta", indica la FRA al recordar las encuestas publicadas a fines de 2024, según las cuales una de cada tres mujeres sufrió algún tipo de violencia en su vida.

Solo en los doce meses antes de ser entrevistadas, un 3,3 % de ellas habían sido víctimas de violencia física, sexual o amenazas, lo que implicaría a más de 5,4 millones de mujeres en todo el territorio comunitario.

"A pesar de la atención prestada a la violencia de género, las cosas no han cambiado mucho", resume Sirpa Rautio directora de la FRA, en un reciente encuentro con periodistas en Viena, donde esta agencia tiene su sede.

Rautio señaló que, pese a que las amenazas al Estado de derecho son generalizadas, hay algunos grupos de población más vulnerables.

Por ejemplo, afirma que la retórica y las posturas contra las políticas de género han crecido.

Sin ayuda

Los resultados del estudio indican "que solo el 13,9 %" de las víctimas denunciaron sus experiencias de violencia a la policía.

"En términos más generales, el 26,7 % de las mujeres contactó con servicios de salud, servicios sociales u otros servicios de apoyo, o con la policía tras un incidente de violencia", señala el informe.

Los motivos por los que muchas víctimas prefieren no denunciar van desde el miedo a sufrir más violencia y la falta de confianza en las autoridades, hasta la vergüenza o el temor a verse estigmatizadas.

"Las bajas tasas de denuncia de la violencia a la Policía y otras autoridades, que siguen siendo persistentes, plantean dudas sobre la eficacia de las autoridades nacionales a la hora de investigar y sancionar este tipo de delito", destaca la FRA.

Misoginia en la red

En su informe anual la agencia alerta también sobre la necesidad de tomar medidas para combatir los mensajes de odio contra las mujeres en internet.

"En otra investigación, se detectaron altas tasas de misoginia en las principales plataformas de la red", con mensajes en un lenguaje denigrante que comparan a las mujeres con objetos o animales, siendo los ataques con contenido sexual los más frecuentes, denuncia.

"Al analizar los resultados de los cuatro grupos incluidos en la investigación a los que el odio en línea parecían dirigirse (mujeres, romaníes, judíos y afrodescendientes), los niveles de incitación a la violencia contra las mujeres fueron mayores que en todos los demás grupos", señala.

Por otro lado, el informe recuerda la importancia de impulsar la equidad de varones y mujeres en la sociedad y, en particular, en el ámbito de la política, donde advierte de diversas tendencias que podrían frenar o revertir los avances de los últimos años.

"En lo que respecta a la participación igualitaria de mujeres y hombres, el progreso constante hacia una mayor participación femenina en el Parlamento Europeo pareció retroceder en 2024", comenta al recordar el resultado de las elecciones europeas celebradas hace un año.

Si hasta las elecciones de 2019 el número de diputadas al Parlamento Europeo había aumentado de forma constante, del 30 % en 1999 al 41 % en 2019, en 2024 es porcentaje cayó hasta el 39 %.

A pesar de ese retroceso, la representación de las mujeres en la Eurocámara sigue siendo ligeramente superior a la media registrada en los Parlamentos nacionales, del 31 %.

Infrarrepresentadas

Esta "infrarrepresentación" es atribuida a diversas causas, desde barreras estructurales hasta "el sexismo, la desigualdad en el acceso a recursos clave y la distribución desigual de las responsabilidades familiares y de cuidado no remuneradas", destaca la FRA.

Pero también "la insuficiencia de medidas de protección contra el sexismo y la violencia de género en la vida política" impiden una mayor representación femenina.

Así, un estudio que encuestó a mujeres políticas a nivel municipal y regional reveló que el 29 % de ellas sufrió "ciberviolencia, lo que llevó al 18 % a reducir su participación política, al 32 % a abandonar las redes sociales y al 33 % a sentirse inseguras", indica la FRA.

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