En un comunicado, Exteriores explica que fue un ataque dirigido contra un edificio cuya ubicación había sido reportada a las autoridades militares israelíes como instalación de una organización humanitaria, con protección del Derecho Internacional Humanitario. De esa manera, es "plausible de ser considerado una violación" del mismo.
El ministerio exige en la nota la reanudación "total e inmediata" de la ayuda a Gaza y que Israel permita que la ONU y las organizaciones humanitarias trabajen de forma independiente e imparcial para "salvar vidas, reducir el sufrimiento y mantener la dignidad".
En las oficinas de Médicos del Mundo se coordinaban las intervenciones humanitarias financiadas con apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y otras administraciones de la cooperación española, según Exteriores.
Las instalaciones se encontraban vacías por ser festivo y ningún miembro del equipo resultó herido, pero en el bombardeo murieron ocho personas, según Médicos del Mundo, que se encontraban en la última planta del edificio, la que recibió el impacto.