El pontífice estadounidense continuó sus reflexiones sobre las parábolas del Evangelio y sobre la del ciego y mendigo Bartimeo explicó que "nos enseña a apelar a los recursos que llevamos dentro y que forman parte de nosotros".
"Si realmente deseas algo, haz todo lo posible por conseguirlo, incluso cuando los demás te reprenden, te humillan y te dicen que lo dejes. Si realmente lo deseas, ¡sigue gritando!", instó León XIV.
Y agregó: "Sin embargo, muchas veces lo que nos bloquea son precisamente nuestras aparentes seguridades, lo que nos hemos puesto para defendernos y que, en cambio, nos impide caminar".
Ante las miles de personas que abarrotaron la plaza, también señaló que a veces "no es obvio que queramos curarnos de nuestras enfermedades, a veces preferimos quedarnos quietos para no asumir responsabilidades" y que "a veces las personas se bloquean porque la vida las ha humillado y solo desean recuperar su valor".
Pero entonces dijo que lo que salva "a cada uno de nosotros" es la fe y que "Jesús nos cura para que podamos ser libres".
"Queridos hermanos y hermanas, llevemos con confianza ante Jesús nuestras enfermedades, y también las de nuestros seres queridos, llevemos el dolor de quienes se sienten perdidos y sin salida. Clamemos también por ellos, y estemos seguros de que el Señor nos escuchará y se detendrá", concluyó.