"Elegir el tren en lugar del avión puede reducir las emisiones en más de un 90 % en algunas conexiones. No obstante, la falta de conexiones internacionales competitivas entre Francia, España y Portugal complica los esfuerzos de las empresas que operan en estos países para volar menos y optar por modos de transporte menos contaminantes, como el tren", señalaron en una carta abierta publicada este jueves.
La misiva, difundida por Transporte y Medio Ambiente y firmada por asociaciones como la Asociación Ibérica de Viajes de Negocios, Transfesa Logistics, la Asociación Global de Viajes de Negocios o Eco-Union, entre otros, pide incrementar "la inversión en la conectividad y fiabilidad ferroviaria entre estos países".
En concreto, piden a París, Madrid y Lisboa que avancen en la aplicación del Reglamento europeo sobre la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) y que aceleren "la finalización de sus conexiones internacionales clave para ayudar a las empresas a trasladar sus desplazamientos y mercancías hacia el ferrocarril".
Sugieren también que se creen "incentivos financieros y garantías públicas que ayuden a los operadores ferroviarios a adquirir material rodante transfronterizo interoperable" y que se avance hacia un "ambicioso" Reglamento Único de Reserva y Emisión de Billetes Digitales, que permita una reserva sin fricciones de trayectos ferroviarios transfronterizos y con múltiples operadores.
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Afean a Francia que el nuevo tramo Montpellier-Béziers esté previsto para 2034, mientras que el tramo Béziers-Perpiñán no tiene un calendario definido y podría terminarse en 2044.
Asimismo, en el Corredor Atlántico, la línea Burdeos-Dax está prevista para 2032, pero el tramo entre Dax y la frontera española carece de plazo conocido, mientras que la línea Pau-Canfranc-Zaragoza también ha sido pospuesta hasta 2032.
En cuanto a España, lamentan que el nuevo tramo entre Burgos y Vitoria acabe de iniciar obras, por lo que resulta difícil que entre en funcionamiento antes de 2030. En paralelo, en el Corredor Mediterráneo, el tramo Madrid-Lisboa entre Talayuela y Toledo sigue en fase de estudio, por lo que su finalización antes de 2030 es inviable.
Por último, critican que Portugal "también incumplirá tramos clave de la línea Madrid-Lisboa" antes de 2030, como el trayecto entre Lisboa y Évora, dentro de un contexto general en el que "los servicios transfronterizos entre los tres países son extremadamente limitados", pues se han "eliminado" todas las conexiones nocturnas y "escasean" las diurnas.
"Mejorar las conexiones ferroviarias entre los tres países reducirá costes y tiempos de viaje, mejorará la fiabilidad, impulsará la competitividad de nuestras industrias y fomentará unas relaciones más estrechas. Al mismo tiempo, permitirá transportar personas y mercancías de forma más sostenible", concluyen.