"Instamos a nuestros hermanos afganos a mantenerse alejados de zonas sensibles, movimientos sospechosos, reuniones políticas y actividades. Además, por favor, eviten hacer comentarios irresponsables en redes sociales, dijo a EFE el portavoz y director de medios del Ministerio de Refugiados y Repatriación de Afganistán, Abdul Mutalib Haqqani.
El vocero aseguró que la situación en Irán "es similar a la de una guerra" y dijo que "la vida de los migrantes afganos que residen allí (en Irán) también está en riesgo".
"Aunque los migrantes afganos no han sufrido daños físicos ni financieros en el conflicto en curso en Irán, el Ministerio de Refugiado y Repatriación está observando de cerca la situación", dijo Mutalib Haqqani.
El Gobierno de facto de Afganistán informó además que se han activado canales de coordinación con las autoridades de Irán.
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"La seguridad de los migrantes es nuestra principal prioridad, y estamos en contacto con los agregados de asuntos de refugiados en Teherán, Zahedán y Mashhad. Se les han transmitido las instrucciones necesarias de preparación", añadió el portavoz.
Según el Ministerio, también se han hecho preparativos dentro de Afganistán para un posible regreso masivo de ciudadanos.
"Estamos completamente preparados dentro del país. Damos la bienvenida a todos los afganos que regresen a casa por su seguridad", aseguró Mutalib Haqqani, confirmando que Kabul ha solicitado a las autoridades iraníes que garanticen la protección de los ciudadanos afganos en medio de la inestabilidad.
Según el Ministerio de Refugiados y Repatriación del Gobierno afgano, cerca de tres millones de migrantes provenientes de este país residen y trabajan en Irán.
Ayer, los talibanes declararon su respaldo a Irán en el marco de su actual conflicto con Israel, iniciado con bombardeos de Jerusalén sobre territorio iraní en la madrugada del pasado viernes y ofrecieron su país como un paso seguro para el peregrinaje.
Irán elevó a 224 el número de civiles muertos por los ataques israelíes, principalmente contra zonas de Teherán, aunque reportes de prensa elevan la cifra a más de 230.
Israel inició la ofensiva en la madrugada del viernes, argumentando que el avance del programa nuclear iraní y la fabricación de misiles balísticos por parte de Teherán representan una amenaza directa para su seguridad.
Desde entonces, la aviación israelí ha atacado diversas infraestructuras estratégicas, incluidos sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos y plantas nucleares en Natanz, Isfahán y Fordow. También se han reportado operaciones contra altos mandos de la Guardia Revolucionaria y científicos vinculados al programa nuclear iraní.
Por su parte, el gobierno israelí ha informado que los misiles lanzados por Irán en respuesta han provocado la muerte de más de una veintena de personas en territorio israelí.