"Estoy listo para seguir aportando cosas durante los próximos cinco años, tanto como presidente nacional del MRN como presidente de Uganda", dijo Museveni, de 80 años, en la sede de su partido, en Kampala, la capital.
El presidente fue el único aspirante presentado por la formación para concurrir en los comicios presidenciales, por lo que su elección no fue una sorpresa.
"Desde 1986, la economía de Uganda se ha multiplicado por 16 (...) Este crecimiento ha permitido que Uganda sea hoy un país de renta media baja", añadió, entre los vítores de sus simpatizantes, vestidos con camisas amarillas, el color distintivo del MRN.
El presidente aseguró que ha recibido múltiples peticiones para mantenerse en el poder, con el objetivo de hacer crecer la economía ugandesa hasta los 500.000 millones de dólares (unos 425.000 millones de euros) en los próximos cinco años.
Según el Ministerio ugandés de Finanzas, el producto interior bruto (PIB) del país se sitúa en torno a los 66.000 millones (unos 56 millones de euros).
Museveni prometió también reforzar la lucha contra la corrupción, impulsar el desarrollo económico mediante nuevas tecnologías, ampliar los servicios públicos y "aplastar" a quienes intenten desestabilizar el país o provocar conflictos armados.
Aunque aún quedan siete meses para los comicios, las calles de Kampala y otras localidades del país están llenas de carteles del MRN, que en los últimos días ha celebrado elecciones internas para seleccionar candidatos a otros cargos públicos.
El principal rival de Museveni será el cantante y líder opositor Robert Kyagulanyi, de 43 años, conocido popularmente por su nombre artístico, Bobi Wine, quien también ha confirmado su intención de concurrir en las urnas.
Frente a la sede de su partido, la Plataforma de Unidad Nacional (NUP), Kyagulanyi prometió la semana pasada completar una "misión inacabada" para liberar a Uganda de décadas de represión política.
El líder opositor ya compitió contra Museveni en las elecciones de enero de 2021, en las que el presidente fue reelegido tras un período electoral caracterizado por la desaparición de centenares de simpatizantes de la oposición, protestas dispersadas con munición real y al menos 54 manifestantes muertos.
En esos comicios, Museveni obtuvo el 58,6 % de los votos, mientras que el cantante quedó en segundo lugar con el 35 %.
Kiagulanyi, que ha sido detenido en varias ocasiones y cuyos mítines suelen ser dispersados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos e incluso munición real, describió aquellas elecciones como “las más fraudulentas de la historia de Uganda”.