Ndayishimiye encabezará "el renovado apoyo diplomático de alto nivel y las iniciativas de colaboración de la Unión Africana para abordar los desafíos humanitarios y de seguridad que persisten en el Sahel", afirmó la UA en un comunicado.
Su designación busca impulsar el esfuerzo de la UA por "silenciar definitivamente las armas y promover la paz, la seguridad, la estabilidad y el diálogo político en la región del Sahel".
El mandato del nuevo enviado especial, agregó, incluye "la intensificación de la colaboración con las autoridades gubernamentales, los líderes de opinión, los actores y organizaciones regionales, la sociedad civil y todas las partes interesadas pertinentes para fomentar el diálogo, generar consenso y promover estrategias integrales que conduzcan a una paz y estabilidad duraderas" en el Sahel.
El nombramiento de Ndayishimiye se produce en un momento en que el Sahel se enfrenta a una compleja crisis poliédrica, que incluye violencia yihadista, agitación política, desplazamientos provocados por el cambio climático y erosión de la confianza pública en los gobiernos nacionales y en las iniciativas internacionales de paz.
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En la región, Burkina Faso, Mali y Níger, antaño elogiados por su progreso democrático, han sufrido golpes militares desde 2020, lo que ha generado un creciente resentimiento hacia la intervención de países occidentales y ONG humanitarias extranjeras.