"En ninguna parte de la declaración de principios se menciona que el M23 deba retirarse (...). El M23 no se retirará ni un solo metro. Nos quedamos donde estamos", afirmó el secretario permanente del M23, Benjamin Mbonimpa, en un vídeo compartido en la red social X.
Mbonimpa -quien firmó el acuerdo en Catar junto a Sumbu Sita Mambu, enviado especial del presidente congoleño para los procesos de paz de Luanda y Nairobi- añadió que esa cuestión no se abordó durante la firma de la declaración y que será tratada, junto con otras "causas profundas" del conflicto, durante las negociaciones del acuerdo de paz definitivo.
Por su parte, el portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, acusó a Kinsasa de "violar el espíritu" de la declaración de principios "con una campaña de desinformación".
"En ninguna parte se pidió al M23 que se retirara de las zonas liberadas. La cláusula estipula la 'restauración de la autoridad estatal en toda la extensión del territorio nacional', reconociendo así implícitamente la ausencia de autoridad estatal en las zonas controladas por el régimen de Kinsasa", aseguró Kanyuka en su cuenta de X.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Previamente, el portavoz del Gobierno congoleño, Patrick Muyaya, había asegurado que la declaración tiene en cuenta "las líneas rojas" que el Ejecutivo "siempre ha defendido", en particular "la retirada no negociable del M23 de las zonas ocupadas", seguida del despliegue de las instituciones gubernamentales.
Según Muyaya, el texto incluye varios compromisos claros en favor de la paz, la protección de la población civil y la soberanía nacional, "y allana el camino hacia un acuerdo de paz global que deberá firmarse en los próximos días para poner fin de forma duradera al conflicto en el este de la RDC".
El documento, rubricado tras tres meses de negociaciones directas facilitadas por Catar, sienta las bases del proceso de paz y establece los próximos pasos, entre ellos la aplicación inmediata de sus disposiciones antes del 29 de julio y el inicio de las negociaciones del acuerdo definitivo antes del 8 de agosto.
Las conversaciones en Doha se desarrollaron en paralelo a un diálogo auspiciado por EE.UU. entre la RDC y Ruanda, que desembocó el pasado 27 de junio en la firma en Washington de un acuerdo de paz a nivel ministerial entre ambos países africanos.
El conflicto en el este de la RDC se intensificó a finales de enero, cuando el grupo armado M23, respaldado por Ruanda -según la ONU-, tomó el control de Goma, capital de Kivu del Norte, y posteriormente de Bukavu, capital de la vecina provincia de Kivu del Sur.
Desde 1998, el este de la RDC sufre un conflicto alimentado por la presencia de grupos rebeldes y del propio Ejército, pese al despliegue de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco).
