La huelga, mediante la que los trabajadores reivindican la revisión de su estatuto, mejoras salariales y la regularización de sus puestos de trabajo, entre otras, paralizó el principal intercambiador de tranvías de Túnez, ubicado en un punto neurálgico de la capital, según corroboró EFE.
En la zona, con las calles tan transitadas como de costumbre, no circulan los habituales vehículos de transporte público y, en la estación, cerrada con vallas, no hay acceso a pasajeros.
El paro, que se concretó ante lo que los afectados consideran "silencio" del Gobierno y de la administración de las empresas frente a sus exigencias, llevó al Ejecutivo a otorgar licencias con carácter excepcional para taxis colectivos y vehículos de transporte rural.
El Ministerio de Transporte no precisó si las licencias otorgadas se concedieron a empresas privadas, a particulares o se organizó con medios de la propia institución.
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La decisión gubernamental fue rechazada por los huelguistas, según manifestaron, a través de redes sociales, algunos sectores del transporte público y UGTT, cuyo secretario general, Noureddine Taboubi, mostró la disposición del sindicato y los afectados a negociar "en cualquier momento".
Mientras -aseguró-, continuarán adelante con el paro, inicialmente convocado hasta la noche del viernes.