Asaltantes irrumpieron de madrugada en la residencia de Mulyani en Tangerang, en la metrópoli capitalina, saqueando sus contenidos cuando la ministra no es encontraba dentro, según la agencia estatal Antara.
"Había cientos, quizá cerca de mil personas", declaró a Antara uno de los guardas de seguridad que vigilaban la vivienda, Ali, impotente ante la magnitud de la turba.
La vivienda de Mulyani es la última en ser saqueada por turbas en el contexto de unas protestas crecientes, después de que el sábado cientos de manifestantes asaltaran dos casas pertenecientes respectivamente a los diputados de la Cámara de Representantes de Indonesia Ahmad Sahroni y Eko Hendro Purnomo.
Algunos de estos ataques, así como las jornadas de manifestaciones precedentes, fueron compartidos en tiempo real en la red social TikTok. Un portavoz de la plataforma afirmó el sábado en un comunicado haber suspendido "voluntariamente" la capacidad de los usuarios de retransmitir en directo.
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Este domingo también continuaron las protestas contra cuarteles de la Policía, tres días después de que el atropello mortal por un vehículo policial de un joven conductor de la aplicación GoJek -el "Uber indonesio"- desatara la ira de los manifestantes.
El cuartel general de la Policía de Yakarta Norte fue rodeado por cientos de personas de madrugada, afirmó Antara, dando lugar a escenas de tensión. "Finalmente, se logró calmar a la multitud y la situación volvió a la normalidad el domingo por la mañana", dijo un portavoz del cuerpo, Ipda Jonggi.
Concentradas inicialmente en Yakarta, las manifestaciones se han extendido a otras ciudades a lo largo del fin de semana. Así, varios parlamentos regionales fueron atacados ayer en las provincias de Nusa Tenggara Occidental, Java Central y Java Occidental.
Al menos cuatro personas han muerto en las protestas: el joven conductor indonesio al que se suman otras tres personas, que fallecieron en la noche del viernes cuando manifestantes incendiaran un edificio gubernamental en Makassar, en la zona central del archipiélago de Indonesia.
Las manifestaciones comenzaron el pasado lunes, cuando se conoció que, debido a un aumento en el presupuesto de la Cámara de Representantes, ahora sus 580 miembros pasarían a percibir un salario equivalente a 14.000 dólares o unos 12.000 euros.
Esto significa que los ingresos de los diputados aumentarán un 33 % este año, hasta llegar a un promedio de 230 millones de rupias mensuales, en un país en el que millones de personas devengan el 3 % de ese monto por un mes de trabajo, según reseña el medio indonesio Tempo.
