"Para mí, como para los demás (socialistas), será un sí", respondió Faure al ser preguntado en una entrevista en la televisión France 3 sobre cuál sería su decisión si Macron le ofreciera el puesto de primer ministro.
"Estoy listo, estamos listos, porque no estoy solo. Este asunto no es un asunto personal; es simplemente una cuestión de voluntad colectiva para poner fin a este juego que se ha jugado durante demasiado tiempo", consideró Faure.
Desde el comienzo del segundo mandato de Macron, en mayo de 2022, se han sucedido al frente del Ejecutivo francés, Elisabeth Borne (hasta enero de 2024), Gabriel Attal (hasta septiembre de 2024), Michel Barnier (hasta diciembre de 2024) y François Bayrou.
El líder de los socialistas franceses eludió, por contra, precisar con qué fuerzas políticas establecería alianzas en la hipótesis de un gobierno liderado por su formación.
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"Extiendo mi mano a todos aquellos que estén dispuestos a compartir esta simple idea: que no podemos entrar en recesión, que debemos restaurar el poder adquisitivo de los franceses", se limitó a declarar.
Sería, eso sí, "un gobierno minoritario, pero hoy en día, ¿qué gobierno no lo sería?, se preguntó.
"Lo que quiero es que tengamos en cuenta los equilibrios elegidos por los franceses hace un año. Y luego, texto a texto, podremos verificar lo que es posible. Así que, básicamente, quiero un gobierno de izquierdas que sea un gobierno de cohabitación, que luego se presente ante el Parlamento y sea el Parlamento el que decida", continuó.
Faure insistió en que si es el próximo primer ministro contará "con todos" para "avanzar". "Quiero convencer a todos, quiero que todos recuerden que, en realidad, nos encontramos en una situación extremadamente preocupante", insistió el líder socialista que, no obstante, dijo ser consciente de que "obviamente" no podrá contar con la derecha o la extrema derecha en ese eventual escenario.
Interpelado sobre La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, el líder socialista respondió que "todos afrontan sus responsabilidades y todos rendirán cuentas ante el pueblo francés". "¿Cree que La Francia Insumisa podría votar en contra de un gobierno que impulsara la actividad económica y, por tanto, aplicara una política keynesiana?", se preguntó.
Sea como fuere, Faure advirtió a quienes tienen previsto participar en las protestas de los próximos días 10 y 18 de septiembre que eviten cualquier tipo de violencia.
"El gobierno está intentando aumentar la presión sobre el movimiento, para explicar que ya podría ser violento. Puede que sea así, pero les advierto a todos: cualquier violencia que se emplee el día 10, no serviría a la causa que defendemos juntos", dijo.
Según Faure, eventuales actos violentos que puedan producirse el próximo miércoles "permitirían al gobierno avanzar y volver a un enfoque puramente centrado en la seguridad, mientras que los días 10 y 18 deben reorientar el debate público y garantizar que podamos priorizar las cuestiones económicas, sociales y ambientales", señaló.
El Partido Socialista presentó un plan de presupuestos para 2026 alternativo al ajuste de 44.000 millones de euros que anunció el 15 de julio Bayrou, y que es el que quiere ver refrendado con la moción de confianza que convocó el primer ministro el lunes y que, con casi total probabilidad, terminará con la caída de su Ejecutivo, ya que la oposición en bloque votará en contra.
