El sospechoso, un extranjero de 22 años, profirió amenazas de muerte y ocasionó daños significativos, como la destrucción de ventanas y otros objetos, en el interior de la mezquita, situada en Damaia, en la zona de Amadora, en la periferia lisboeta.
Uno de los responsables religiosos logró protegerse atrincherándose en un compartimento del edificio hasta la llegada de la policía, que recibió una alerta de que un individuo había entrado en el templo con armas blancas.
El detenido se encuentra ahora bajo la custodia del Comando Metropolitano de Lisboa y será presentado para un primer interrogatorio judicial bajo las sospechas de un delito de amenaza agravada y de daños cualificados.
