Miles de brasileños conmemoran los 50 años de un asesinato emblemático de la dictadura

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Río de Janeiro, 25 oct (EFE).- Medio siglo después del asesinato del periodista Vladimir Herzog por la dictadura militar brasileña (1964-1985), miles de personas se reunieron este sábado en la Catedral Metropolitana de São Paulo, para rendir homenaje a su memoria y reafirmar el compromiso con la democracia.

Un acto interreligioso, organizado por el Instituto Vladimir Herzog y la Comisión Arns, recreó la histórica ceremonia ecuménica de 1975 que desafió públicamente la versión oficial de suicidio de ese periodista, un caso emblemático de ese sombrío período.

La conmemoración, celebrada al comienzo de la noche y en la que también se homenajeó a todas las víctimas de la dictadura, reunió al arzobispo de São Paulo, dom Odilo Scherer; al rabino Uri Lam, de la Congregación Israelita Beth-El; y a la pastora presbiteriana Anita Wright, hija del reverendo Jaime Wright, uno de los líderes del acto original.

Juntos, guiaron una ceremonia marcada por la reflexión, la música y el recuerdo de las víctimas del autoritarismo, a la que asistieron familiares de Herzog, activistas, estudiantes y organizaciones de derechos humanos.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando se proyectó un video de la actriz Fernanda Montenegro, nominada en 1999 al Óscar por la película 'Estación Central', leyendo una carta escrita por Zora Herzog, madre del periodista.

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Asimismo la lectura del Salmo 23 ("El señor es mi pastor y nada me faltará"), leído por Jaime Wright en 1975 y que en esta oportunidad volvió a resonar en la voz de su hija, como símbolo de unidad entre las tradiciones judía, católica y protestante.

El acto original, encabezado por dom Paulo Evaristo Arns, el rabino Henry Sobel y el pastor Wright, reunió a más de 8.000 personas y fue vigilado por cientos de agentes del régimen.

La muerte de Herzog, ocurrida el 25 de octubre de 1975 tras intensas sesiones de tortura por parte del Ejército, se convirtió en un punto de inflexión en la resistencia civil contra la dictadura.

La versión dada por el régimen de que el periodista se había suicidado, fue totalmente desmentida con la fotografía que el mismo Ejército divulgó, en la que se muestra a Herzog muerto en su celda, ahorcado con un cinturón, con las piernas tocando el suelo y las rodillas dobladas.

Según el certificado de defunción, entregado a la familia Herzog en 2013, Vladimir no murió ahorcado, sino por "lesiones y malos tratos sufridos durante el interrogatorio".

Vlado -su nombre de pila- nació en Osijsk (Croacia, entonces Yugoslavia) y llegó a Brasil con sus padres en 1942.

En el país suramericano fue profesor en la universidad de São Paulo y aunque era filósofo, inició sus primeros pinos en el periodismo en el periódico Estado de São Paulo. También trabajó para la BBC de Londres, para la revista Visão y era director periodístico de la red de televisión pública en TV Cultura cuando fue asesinado a los 38 años.