Los delitos se habrían cometido en dos momentos distintos: el 12 de agosto en Bussero (norte), en perjuicio de una menor de 15 años, y el 19 de septiembre en Milán, contra una menor de 16 años, según informaron los carabineros, la policía militarizada italiana.
El modus operandi era idéntico en ambos casos pues el hombre identificaba a las víctimas, menores que se encontraban solas en estaciones del Metro de la línea M2 de Milán, y las seguía "discretamente" hasta sus domicilios, donde se producía la agresión.
La policía logró identificar al joven gracias a dos detalles que señalaron las víctimas: se desplazaba en un patinete eléctrico con detalles de color naranja brillante y llevaba un gorro de béisbol verde, elementos que fueron hallados posteriormente en el domicilio del ecuatoriano.
El Tribunal de Milán ordenó el arresto domiciliario de manera preventiva para el acusado, medida cautelar que se mantendrá mientras se desarrolla la investigación y el proceso judicial.
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