En la reunión mensual este viernes del Órgano de Solución de Diferencias de la OMC, que ya dio a la UE la posibilidad de imponer esas represalias contra EE.UU. hace casi dos meses, la delegación estadounidense defendió que cualquier suspensión de concesiones u otras sanciones que los Veintisiete apliquen a productos distintos de los relacionados con España sería incompatible con el dictamen.
El monto de las represalias fue decidido el 29 de octubre por un panel arbitral y hoy la autorización fue confirmada por el Órgano de Solución de Diferencias, por lo que a partir de ahora la Unión Europea puede elaborar una lista concreta de productos de EE.UU. que podrían verse afectados, aunque también podría optar por no aplicar represalias, según indicaron fuentes próximas a la OMC.
La delegación europea enfatizó en la reunión de este viernes que EE.UU. debe implementar por completo las recomendaciones emitidas en este caso, particularmente para aliviar la carga sufrida por los importadores de aceituna española sometidos durante años a aranceles que la OMC consideró no acordes a las normas internacionales.
La disputa en torno a las aceitunas negras españolas se inició hace ocho años y en 2023 la OMC ya falló a favor de España y la UE, pero continúa en el seno del organismo a raíz de que Bruselas alegara que Washington no había cumplido con esa primera decisión, ya que sólo redujo los aranceles a ese producto del 35 % al 31 %.
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Los aranceles que la UE está autorizada a imponer a importaciones de Estados Unidos pueden ser ajustados de acuerdo con la inflación, según aclaró en octubre el panel de arbitraje.
Las aceitunas negras se utilizan en Estados Unidos principalmente para la elaboración de pizzas y las exportaciones españolas del producto a esa economía ascendían a unos 70 millones de euros anuales, según cifras de 2017, el año en el que Washington comenzó a aplicar estos aranceles.
Las pérdidas acumuladas para el sector de la aceituna de mesa desde el inicio de esta disputa superan, de acuerdo con cifras de 2024, los 260 millones de euros.
La UE ha concedido desde el principio de la disputa gran importancia a este conflicto comercial, ya que teme que una decisión de la OMC favorable a EEUU fuera utilizada por este país para desafiar toda la política de subsidios agrarios de Europa bajo el paraguas de la Política Agraria Común (PAC).
