Latina e inmigrante, factores de riesgo para ser víctima de violencia machista en España

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Madrid, 19 dic (EFE).- Sayuri, Jannifer, Oriana y Rossmery son cuatro de las cinco mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en tan solo una semana de diciembre en España, un mes negro para la violencia machista. Todas ellas tenían una característica común: eran inmigrantes latinas, factor de riesgo para las víctimas de femicidios en el país.

De las 49 víctimas de la violencia de género que hubo el año pasado en España, 24 eran extranjeras, casi la mitad de todas las asesinadas.

Sin embargo, las inmigrantes representan el 13,67 % del total de mujeres que residen en el país, por lo que la jurista e investigadora experta en este tipo de delitos Tania Sordo ve una "sobrerrepresentación" de este grupo en las estadísticas sobre violencia machista.

Sordo ha participado en el informe 'El Estado español frente a las violencias machistas contra las mujeres migradas', presentado esta semana y elaborado por la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, y que arroja luz sobre la vulnerabilidad añadida que enfrentan las mujeres inmigrantes.

Según datos del Ministerio del Interior de España, el 33,5 % de los casos de violencia de género con seguimiento policial corresponden a víctimas extranjeras. En el caso de las mujeres latinoamericanas, representan uno de cada cinco casos.

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"Existen muchos obstáculos por las intersecciones que enfrentan las mujeres migradas", explica a EFE Sordo, que apunta a la especial vulnerabilidad de las que se encuentran en situación irregular en España.

Muchas temen acudir a las autoridades porque creen que su estatus migratorio prima sobre su condición de víctimas de la violencia machista, un miedo "real y fundado" para la experta, que asegura conocer casos en los que se ha dado esta situación.

Como jurista especializada en violencia de género, Sordo considera que el Estado español no despliega los esfuerzos necesarios para atender las necesidades de las víctimas extranjeras.

Y es que en veinte años España ha concedido tan sólo 43.327 autorizaciones de residencia por violencia de género y sexual a mujeres migrantes, una cifra "muy corta" si se tiene en cuenta que en los últimos años constituyen en torno al 40 % del total de víctimas mortales en este tipo de delitos.

Otro de los factores que dificultan que estas mujeres puedan salir de la violencia es la falta de acceso a empleos cualificados para lograr la independencia económica de sus maltratadores, muchas veces por trabas burocráticas para convalidar sus títulos universitarios o empadronarse en el país.

Por otra parte, las latinoamericanas son víctimas de estereotipos que las "hipersexualizan" o que las presentan como mujeres que denuncian "por dinero" o para conseguir la residencia, señala Sordo, que ve en estos prejuicios una traba para que el sistema las tome en serio.

También está la cuestión de los hijos ya que, si su pareja es europea, muchas madres temen que la justicia conceda la custodia al padre, como sucede en países como Bélgica, añade Goldy Levy, integrante de la Red Latam de Jóvenes Periodistas de Europa.

Levy coordinó la investigación 'Bien Acompañadas' sobre las redes de apoyo que han construido muchas inmigrantes latinoamericanas en Europa ante la falta de protección institucional, que es tal que algunas víctimas corren el riesgo de ser deportadas si denuncian a sus agresores.

Junto a sus compañeras, se dio cuenta de que en los grupos de mujeres inmigrantes en Facebook se creaban espacios de denuncia y acompañamiento para las víctimas: "Se acercan a buscar ayuda porque no saben qué hacer y terminan encontrando solidaridad y empatía".

En el caso de España, investigaron el caso del sindicato de trabajadoras domésticas, que comenzó como un grupo de mujeres que se reunía a tomar té y acabó transformándose en un espacio donde muchas ponían en común sus experiencias.

Así, las víctimas acaban encontrando formas de acompañamiento que "terminan cubriendo vacíos que el Estado no provee para las mujeres migrantes", sentencia Levy.