El Ejecutivo "no tolerará más bloqueos" durante las vacaciones de Navidad, declaró hoy la portavoz del Ejecutivo, poco antes de que el primer ministro francés, Sébastien Lecornu, iniciase reuniones por separado con los sindicados agrícolas.
El objetivo, matizó esta tarde el ministro de Interior, Laurent Núñez, es evitar nuevos bloqueos y apelar a la responsabilidad de los sindicatos para levantar los existentes en estas fechas.
A su salida del encuentro con Lecornu, el presidente del sindicato más importante, la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores (FNSEA), Arnaud Rousseau, se pronunció a favor de una "tregua", pero a condición de recibir una "carta" prometida "para esta noche" por Lecornu que describa "todas las intenciones" expresadas por el primer ministro sobre las preocupaciones del sector, con el que volverá a reunirse en "entre el 8 y el 10 de enero".
Un mensaje similar expresó el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores (aliados de la FNSEA), Pierrick Horel.
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Un llamamiento que, al menos, tuvo su eco en la treintena de agricultores de la FNSEA que protestaban hoy frente a la residencia del presidente francés, Emmanuel Macron, y su mujer, Brigitte, en la localidad costera de Le Touquet (norte). Así, a primera hora de la tarde se marcharon tras arrojar toneladas de patatas, coles, estiércol, ramas y neumáticos.
Por su parte, Coordinación Rural, el segundo sindicato agrícola más grande, de tendencia derechista, y que está liderando las protestas en el suroeste de Francia, junto a la izquierdista Confederación Campesina, se limitó a pedir "buena voluntad" a sus filas durante las fiestas navideñas.
Sin embargo, rehusó pedir expresamente que terminen los bloqueos en las autopistas, que comenzaron la semana pasada, y delegó en los responsables departamentales la decisión de hacer una tregua, aunque consideró que sería aconsejable "tomarse un respiro".
"La población nos apoya; no podemos permitirnos distanciarnos de ella", dijo el presidente de Coordinación Rural, Bertran Venteau, al salir de la reunión con Lecornu, en víspera de un fin de semana en el que muchos franceses se ponen en carretera para pasar las fiestas navideñas con sus familias o disfrutar de las vacaciones.
Venteau espera también la comunicación por escrito de Lecornu sobre sus compromisos con el sector agrícola, y dijo que había visto un "atisbo de esperanza" para encontrar una solución para detener el sacrificio de los rebaños afectados por la dermatosis, la mecha que sirvió de detonante una protesta que arrancó hace diez días.
Por su parte, el portavoz de la Confederación Campesina, Stéphane Galais, se mostró "decepcionado" tras la reunión con Lecornu, por lo que consideró que no pueden levantar los bloqueos por la falta de avances concretos en el "acceso a la vacunación".
Y aseguró que "la irá no se calmará si no prioriza" la protección de los rebaños y los ganaderos, que también se oponen al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, cuya firma se ha aplazado a enero, y a la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).
A primera hora de la tarde, el ministro de Interior, Laurent Núñez, dio cuenta a la prensa de la existencia de 93 acciones de protesta protagonizadas por cuatro mil personas con novecientos vehículos agrícolas, principalmente en cuatro autopistas, incluida la que conecta España con Burdeos.
"Esperamos que se levanten estos bloqueos actuales y nos mantendremos alerta para evitar nuevas interrupciones importantes ya sea hacia el sur de Francia, el suroeste o, obviamente, hacia las estaciones de esquí", indicó el ministro.
La estrategia ahora es, insistió Núñez, evitar más bloqueos mediante el "diálogo", con "mucha flexibilidad, mucho tacto, mucha escucha", y con intervenciones policiales si hay "daños o violencia".
