Ejército congoleño denuncia de “maniobra” la retirada del M23 de Uvira en el este del RDC

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Nairobi, 21 dic (EFE).- Las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) afirmaron este domingo que la retirada del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) -con apoyo de Ruanda- de Uvira, en el este del RDC, fue una “maniobra” destinada a engañar la opinión pública y aseguraron haber avistado militares ruandeses en la ciudad y en la frontera con Burundi.

“Esta maniobra es en realidad un simple golpe mediático destinado a engañar a la opinión nacional e internacional, y constituye un intento de instrumentalizar la confianza de los negociadores estadounidenses y cataríes para desviar la presión internacional sobre el Estado agresor y sus fuerzas de ocupación militar”, afirmó la FARDC en un comunicado.

“Las ONG de defensa de los derechos humanos, la sociedad civil y nuestras poblaciones locales han constatado que, en el terreno, dicha retirada no es real ni efectiva”, añadieron.

Las Fuerzas Armadas de la RDC aseguraron que los combatientes del M23 y supuestos efectivos ruandeses no retomaron sus posiciones iniciales previo a la toma de Uvira y que continúan visibles en los alrededores de la ciudad.

“En el centro de Uvira, muchos militares ruandeses están presentes y visibles, vestidos con uniforme policial ruandés o de civil; otros han sido vistos en el puerto de Kalundu y en la frontera con Burundi, lado congoleño”, señaló el Ejército congoleño.

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Entre el viernes y este domingo las autoridades del RDC reportaron combates entre las FARDC y Ejército ruandés en Kasekezi, una localidad a 35 kilómetros al sur de Uvira.

“Las FARDC exhortan a los negociadores estadounidenses y cataríes, así como a la comunidad internacional, a no confiar en las declaraciones de Ruanda y sus auxiliares del AFC/M23, determinados a continuar las hostilidades sin respeto a los Acuerdos de Washington ni a la Resolución 2773 del Consejo de Seguridad de la ONU”, concluyó el documento.

La tensión en el este de la RDC se intensificó el martes pasado con la ocupación de Uvira, en Kivu del Sur, por el M23.

La ofensiva rebelde se produjo después de que los presidentes de RDC, Felix Tshisekedi, y de Ruanda, Paul Kagame, firmaran el 4 de diciembre un acuerdo de paz en Washington, con la mediación de Estados Unidos y en presencia del presidente, Donald Trump.

Desde entonces, ambas partes se han acusado mutuamente de violar el acuerdo.

Según Unicef, unas 500.000 personas, incluidos más de 100.000 niños, se han visto obligadas a abandonar sus hogares desde el 1 de diciembre.

Tras tomar Uvira, el M23 anunció su retirada a petición de Estados Unidos, aunque la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó de que los combates continúan al sur de la ciudad y que numerosos refugiados han cruzado a Burundi.

Francia y Estados Unidos han pedido al grupo rebelde que cumpla con los compromisos de alto el fuego y se retire a al menos 75 kilómetros de la ciudad, mientras que EE.UU. también advirtió que las “acciones de Ruanda” en la región constituyen “una clara violación de los Acuerdos de Washington”.

Desde 1998, el este de la RDC vive un conflicto sostenido entre grupos rebeldes y el Ejército pese al despliegue de la misión de paz de la ONU (MONUSCO), cuyo mandato en la región fue renovado por un año por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.