Erupciones en el volcán de lodo de Piparo en Trinidad interrumpen la Nochebuena

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Piparo (Trinidad y Tobago), 24 dic (EFE).- La Nochebuena trajo miedo e incertidumbre a la comunidad de Piparo, en el sur de Trinidad, donde la renovada actividad en el volcán de lodo obligó a algunas familias a abandonar el área tras casi 30 años de la última erupción violenta.

Equipos de la Oficina de Preparación y Gestión de Desastres, la Policía y el Centro de Investigación Sísmica de la Universidad de las Indias Occidentales se desplegaron el miércoles para monitorear el volcán, cuya última actividad importante se registró en 1997, cuando el lodo se tragó casas y cientos de residentes se vieron obligados a huir.

Uno de los testigos, Aarif Dhanpath, declaró a EFE que "el lodo se elevaba entre 3 y 4,5 metros, humeaba y se veían emanaciones de gases".

Aunque no se ordenó una evacuación oficial, Dhanpath dijo que los residentes estaban preocupados por permanecer en la zona: "No sé si debería tener miedo de quedarme en esta zona", confesó.

Otro residente, Jainanan Ramsubhag, explicó que esta mañana, con el ruido y el gas, fue "muy difícil" y, aunque horas después el volcán parece estar tranquilo, advirtió a sus vecinos que deben ser "muy cautelosos y estar en alerta constante".

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"Hoy uno tiene un poco de miedo porque no sabe qué esperar. Simplemente se ve cómo sube el lodo con gas, y alrededor de la zona también se hunde, con grietas por todas partes", dijo a EFE.

El volcán de lodo de Píparo tiene una historia violenta. El 22 de febrero de 1997, entró en erupción de forma drástica, expulsando lodo y escombros hasta 60 metros de altura, cubriendo más de 2,5 kilómetros cuadrados.

Más de 300 personas fueron evacuadas, 31 familias fueron desplazadas y murieron mascotas y ganado.

La subcomisionada de Policía del Sur, Michelle Pierre, instó hoy al público a mantenerse alejado de la zona, advirtiendo a los turistas que no se acerquen al volcán.

Pierre confirmó que la carretera oeste estaba intransitable debido a grietas y movimientos de tierra, pero indicó que las autoridades locales estaban despejándola.

El presidente de la Corporación Regional de Princes Town, Gowrie Roopnarine, declaró a EFE que se había abierto un refugio en el Centro Comunitario Piparo como medida de precaución, aunque las evacuaciones aún no habían comenzado.

"Los equipos continuarán monitoreando la situación", indicó Roopnarine, señalando que algunos residentes se mostraban reacios a abandonar sus hogares.

En opinión de Fidel Solomon, residente cerca del volcán, la situación parecía peor que erupciones anteriores que ya habían dañado su vivienda.

"Es casi el doble que la última vez. El hormigón se rompió, las tejas empezaron a agrietarse, el suelo empezó a abrirse", dijo Solomon, añadiendo que empezó a empacar sus pertenencias en previsión de una posible evacuación.

Según el Ministerio de Desarrollo Rural y Gobierno Local, la situación se está evaluando y se ha establecido un plan de evacuación de emergencia en caso de que las condiciones empeoraran.