Kosovo repite elecciones en medio del estancamiento con Serbia y tensiones con Occidente

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Skopie, 26 dic (EFE).- La antigua provincia serbia de Kosovo celebra elecciones anticipadas este domingo, con una oposición fragmentada buscando desalojar al primer ministro, el nacionalista Albin Kurti, mientras que la UE espera un gobierno dispuesto a avanzar en las conversaciones de normalización con Serbia.

Tras las elecciones regulares de febrero pasado, Kosovo pasó gran parte del año en un estancamiento político, ya que el partido de Kurti, Vetëvendosje (LVV, 'Autodeterminación'), no logró encontrar un socio de coalición.

LVV salió de aquellos comicios como el partido más fuerte del Parlamento, con 48 de los 120 escaños, lejos de los 61 necesarios para formar un ejecutivo.

Debido a la falta de apoyo, hasta agosto la Asamblea no pudo elegir al presidente del Parlamento ni a sus adjuntos, un paso necesario antes de poder iniciar el proceso de formación de un nuevo gobierno.

La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, otorgó a LVV dos veces el mandato para formar un gobierno, pero ante la imposibilidad de encontrar socios de coalición, la mandataria disolvió el Parlamento en noviembre y convocó elecciones anticipadas.

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Según las más recientes encuestas, el partido de Kurti sigue siendo el más popular del país balcánico, con entre el 50 y 53 % del apoyo entre los votantes decididos.

Le sigue el Partido Democrático de Kosovo (PDK), que podría obtener entre el 16 y el 19 %, la Unión Democrática de Kosovo (LDK), con un 15-17 %, y la coalición entre la Alianza del Futuro de Kosovo (AAK) y NISMA (Iniciativa) entre el 7 y el 9 %.

Además, las encuestas confirman que la Lista Serbia, la principal fuerza política de los serbios en Kosovo, volverá a ganar los 10 escaños garantizados por la Constitución para esta minoría.

El primer gobierno de Kurti duró apenas cuatro meses (febrero a junio de 2020), y el segundo se prolongó entre marzo de 2021 y marzo de 2025.

Desde entonces, el antiguo líder estudiantil ha ejercido como primer ministro interino.

Durante los últimos dos años de su mandato, el proceso de normalización con Serbia se bloqueó por completo, mientras que las tensiones estallaron en la región norte del país, de mayoría serbia.

Kurti tuvo además varios enfrentamientos con la Unión Europea (UE), Estados Unidos y también con la OTAN, que garantiza la estabilidad en Kosovo, por su postura intransigente hacia Serbia.

Las tensiones se intensificaron cuando Kurti ordenó abolir el dinar serbio en las áreas del norte con mayoría serbia, imponiendo el euro como única moneda, prohibió las matrículas serbias en los coches del norte de Kosovo y cerró instituciones respaldadas por Belgrado, como municipios, oficinas postales y administraciones fiscales.

Bruselas espera avances renovados en las reformas vinculadas a la UE y en la normalización de relaciones con Serbia.

En 2023, la UE impuso sanciones diplomáticas, congeló fondos y suspendió la participación de Kosovo en foros internacionales, al considerar que Kurti estaba desestabilizando la región.

En 2013, los Gobiernos de Kosovo y Serbia firmaron el llamado "Acuerdo de Bruselas", que estableció varias obligaciones clave para ambas partes.

Kosovo debía integrar los municipios de mayoría serbia en sus instituciones y crear una Asociación de Municipios de Mayoría Serbia con competencias en educación, salud y seguridad.

Serbia, por su parte, aceptaba eliminar todas las instituciones administrativas paralelas, y ambas partes se comprometieron a continuar el diálogo facilitado por la UE para lograr la plena normalización de relaciones, incluso sin un reconocimiento mutuo.

Sin embargo, Kosovo nunca estableció la Asociación de Municipios, y el Gobierno de Kurti cerró las instituciones paralelas serbias en lugar de dejar que Belgrado lo hiciera, como estaba acordado.

Tras las elecciones de febrero, los tres partidos opositores se negaron a formar una coalición con LVV por las tensiones políticas de Kurti con la UE y Estados Unidos.

Además, critican el enfoque nacionalista de Kurti frente a Serbia pero también por otras preocupaciones, como el deterioro económico, la libertad de prensa y varios casos de corrupción.

Mientras LVV insiste en que el diálogo con Serbia debe resultar en un reconocimiento mutuo, la oposición apoya pasos de normalización liderados por la UE incluso sin un reconocimiento formal inmediato.

Este enfoque también cuenta con el respaldo de la vecina Albania, cuyo primer ministro, Edi Rama, ha expresado con frecuencia su desacuerdo con Kurti debido a sus tensas relaciones con Occidente.

El analista albano-kosovar Mazllum Baraliu no espera cambios importantes en los resultados de las elecciones, pese a la clara ventaja de LVV.

En declaraciones por teléfono a EFE en Skopie, el experto advierte de que el país -que declaró su independencia de forma unilateral de Serbia en 2008- se dirige en la misma dirección que en las elecciones anteriores de febrero.

"No hay un movimiento serio (en el electorado) que pueda producir un resultado diferente. Los cambios en los números de los partidos políticos pueden ser muy simbólicos", dijo Baraliu.

Un total de 24 entidades políticas participarán en las elecciones, con unos 2 millones de votantes registrados tanto en el país como en el extranjero.