El respectivo decreto del Ministerio de Cultura con la decisión del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan) fue publicado en la edición de este martes del Diario Oficial.
El organismo consideró que la edificación tiene que ser protegida para preservar su memoria histórica, artística y arquitectónica, así como para destacarla como un escenario de luchas sociales y políticas en defensa de la democracia.
En una ceremonia en octubre pasado en que el Iphan pidió que se le declarase patrimonio, el presidente del órgano, Leandro Grass, afirmó que el acto era necesario para conservar la memoria de los años de la dictadura militar, que se caracterizaron por la censura y las violaciones a los derechos humanos.
"Con el acto se rinde homenaje a aquellos que fueron torturados, perseguidos, muertos o desaparecidos por luchar por la libertad. Al convertir el edificio en patrimonio contribuimos para que las generaciones presentes y futuras no repitan los errores del pasado", dijo.
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La edificación de tres pisos y patio central en el tradicional barrio de Tijuca fue la sede de la Comisaría Especial de Seguridad Política y Social (Desps) durante el régimen del presidente Getúlio Vargas entre 1933 y 1944, y posteriormente abrigó la sede del DOPS entre 1962 y 1975.
El también conocido como Palacio de la Policía fue destino habitual de presos políticos en diferentes períodos y un conocido centro de torturas.
Entre los presos políticos que estuvieron en sus instalaciones durante el régimen de Getulio Vargas destacaron los mayores opositores de la época, como Luiz Carlos Prestes, Graciliano Ramos y Olga Benário.
La edificación inaugurada en noviembre de 1910 fue diseñada por el arquitecto Heitor de Melo, uno de los principales representantes de la escuela ecléctica en Brasil.
