El Gobierno iraní reconoce las protestas por la crisis económica y aboga por el diálogo

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Teherán, 30 dic (EFE).- El Gobierno iraní reconoció este martes las protestas de los últimos días en el país por el deterioro de la situación económica, se mostró dispuesto a dialogar con los manifestantes y prometió hacer reformas para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

“Una de las tareas del gobierno es escuchar. El presidente ha dado instrucciones al Ministerio del Interior para que establezca un mecanismo de diálogo y se siente a conversar con quienes protestan”, aseveró la portavoz del Ejecutivo iraní, Fatemeh Mohajerani, según la agencia IRNA.

Las protestas comenzaron el domingo y continuaron ayer con el cierre de negocios y marchas en la capital y otras ciudades de todo el país en las que se llegaron a corear consignas como "muerte al dictador", según vídeos publicados por activistas en las redes sociales.

Mohajerani anunció que el Gobierno aprobará este miércoles dos medidas clave para evitar el deterioro del nivel de vida de los ciudadanos: la “canasta de alimentos” y un “bono” para alimentos básicos.

El propio presidente iraní, Masud Pezeshkian, subrayó en un mensaje en la red social X que el Gobierno tiene en agenda reformas fundamentales del sistema monetario y bancario para preservar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

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Con esta postura, el Ejecutivo busca calmar las manifestaciones protagonizadas por los comerciantes de varios mercados de Teherán, que comenzaron el domingo y continuaron ayer con el cierre de negocios y marchas en el sur y centro de la capital.

Los ciudadanos en otras ciudades como Malard (en la provincia de Teherán), Karaj (norte), Kermán (sureste), Zanyán y Hamadán (noroeste), y la isla de Qeshm (sur), se unieron a las protestas y llegaron a corear consignas contra la República Islámica, como “muerte al dictador”, según vídeos publicados por activistas en las redes sociales.

Algunos videos mostraron disparos de gases lacrimógenos en algunas de estas ciudades para dispersar a los manifestantes.

En el segundo día consecutivo de las protestas, la Guardia Revolucionaria advirtió a los participantes en un comunicado de que se opondrá a “cualquier intento de sedición, caos o amenaza a la seguridad”.

Al mismo tiempo, la agencia Tasnim, vinculada a la Guardia Revolucionaria, afirmó que “medios de comunicación antiiraníes y organizaciones de seguridad extranjeras, a través de algunos de sus ‘agentes internos’, han estado presentes en algunas concentraciones para convertir las protestas en disturbios”.

El detonante de las protestas ha sido la volatilidad de la moneda nacional, en constante caída frente a divisas extranjeras, especialmente el dólar, lo que los comerciantes consideran perjudicial para sus negocios, ya que no pueden establecer un precio fijo a sus bienes y reponerlos les cuesta más.

La moneda iraní registró el domingo un nuevo mínimo histórico de 1.440.000 riales por dólar; sin embargo, se ha recuperado un poco al cotizarse cada dólar a 1.370.000 riales este martes en el mercado libre.

Además, datos recientes del Centro de Estadísticas de Irán indican que la inflación punto a punto superó el 52 % entre noviembre y diciembre, y que el precio de los alimentos ha aumentado, en promedio, más del 66 % en el último año, lo que ha reducido drásticamente el poder adquisitivo de la población.

Esta situación ha intensificado la presión sobre los sectores productivos y comerciales, en un contexto marcado por sanciones internacionales y restricciones económicas impuestas contra Irán por su programa nuclear.