Los carteros de la empresa pública realizan este martes sus últimos trayectos para repartir cartas, tras una decisión de abandonar ese servicio anunciada en marzo pasado y justificada por la falta de rentabilidad.
Desde el año 2.000, cuando se alcanzó la cifra récord de 1.500 millones, el número de cartas enviadas por los daneses se ha desplomado hasta bajar a 122 millones el año pasado, una caída de más del 90 %.
“Ha sido una decisión difícil poner punto final a esta parte de nuestra historia. Los daneses son cada vez más digitales, hoy en día hay muy pocas cartas y ese declive continúa, de forma que el mercado postal ya no es rentable”, justificó hace unos meses el histórico paso el director de la filial danesa de PostNord, Kim Pedersen.
El Estado danés ya había dado el primer paso en 2014, cuando decidió que toda la comunicación de las autoridades con los ciudadanos se hiciera de forma digital.
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Otro paso casi definitivo tuvo lugar en 2023, cuando, de facto, se privatizó el mercado postal al eximir a PostNord de la obligación de transportar cartas, paquetes, revistas y periódicos a cambio de una compensación del Estado, después de que la compañía acumulase pérdidas millonarias.
Los daneses podrán, sin embargo, enviar cartas, a través de las 1.600 paqueterías de la firma privada Dao, dedicada desde hace años al reparto de periódicos, revistas y paquetes y que asumirá a partir del jueves, día 1 de enero de 2026, la distribución de misivas.
Dao calcula que el número de productos repartidos subirá en 2026 de 150 a 210 millones, y que de éstos unos 70 millones corresponderán a cartas.
“Esperamos que las cartas que queden sean para ciudadanos que quieren seguir recibiéndolas de esta manera”, declaró a la agencia danesa ‘Ritzau’ el director de Dao, Hans Peter Nissen.
Nissen se mostró convencido de que el negocio será rentable, ya que la compañía puede combinar el reparto de cartas con el de periódicos, revistas y paquetes, y prometió un servicio más rápido y que no se dejará de lado a las zonas más aisladas geográficamente.
La decisión de no repartir más cartas y dedicarse en exclusiva a los paquetes afectará sólo a Dinamarca, ha asegurado PostNord, que nació en 2008 como fusión de los servicios postales de Suecia y Dinamarca y está controlada por el Estado sueco (60 %) y el danés (40 %).
En Suecia, la compañía continuará repartiendo cartas con normalidad.
De los 2.200 trabajadores del servicio postal danés, 1.500 serán despedidos, y al resto se les han ofrecido puestos en otras partes de la organización, según anunció en su día la compañía.
