"A mejores salarios o mayores ingresos, mayor consumo de los hogares, mayor demanda agregada, mayor producción de bienes y servicios y más y mejores empleos, es lo que (el economista británico John Maynard) Keynes denominó el multiplicador de consumo", expresó Sanguino en una conferencia de prensa.
El salario mínimo para 2026 fue fijado en dos millones de pesos (unos 535 dólares), incluido el auxilio de transporte, y beneficiará a unos 2,3 millones de trabajadores, el 10 % de los asalariados del país.
El ministro señaló que en Colombia, "a partir de ahora, el salario mínimo deberá estar referenciado a la definición del salario vital".
"Eso se ha expresado con un incremento significativo del salario mínimo, de un poco más del 23 % en el salario básico y 24,5 % en el auxilio del transporte, que busca cerrar las brechas entre salario mínimo y salario vital, según las mediciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para Colombia", precisó.
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Sin embargo, hoy se han multiplicado las críticas de quienes consideran exagerado el aumento porque al salario mínimo están indexados los aportes a la seguridad social o los copagos de la salud, entre otros, lo que acabará impactando en la inflación y corroyendo el ingreso de los trabajadores.
En ese sentido, Sanguino aseguró que no hay "una relación directa entre inflación e incremento de salarios".
"El factor salarial es solo un factor de producción, es quizás el principal o el más importante factor de productividad, pero desde el punto de vista de los costos de producción es solo un factor junto con muchos otros que podría tener un impacto en los precios finales de los productos del 0,6 %", señaló.
El ministro explicó que eso "quiere decir que tiene un impacto marginal, contrario a un impacto expansivo que tiene el incremento de los ingresos de los trabajadores formales sobre el conjunto de la economía".
Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, insistió en que "los esfuerzos de crecimiento de los salarios reales están orientados a incrementar la capacidad de consumo de la población (...) pero con una perspectiva de crecimiento económico que garantice que se reducen y controlan los efectos inflacionarios de estas decisiones".
El aumento del 23,7 % del salario mínimo, incluido el auxilio de transporte, fue fijado de manera unilateral por el Gobierno luego de que fracasaran las negociaciones tripartitas con representantes de los empresarios y de los sindicatos.
