Me atendieron: Rocío, Violeta, Luis, Sonia, Melisa y otros más y ninguno me dio una respuesta de resolución. Así mismo mi oficial de cuentas que supuestamente esta a las ordenes de los clientes, jamás atendió mi reclamo y allá a las cansadas el Sr. Luis Encina me informa que esa operación debe ser gestionada personalmente y en un plazo de 72 hs. Como se puede ver, esa es la eficiencia del banco electrónico. Ellos en 5 segundos me hacen un débito del pago de tarjeta de crédito que por la pandemia dejaron de realizar los cobros por el lapso de 3 o 4 meses y hoy procedieron al débito de la totalidad de lo no debitado.
Es muy práctico para ellos el recupero en masa por una supuesta disfrazada ayuda, al cobrarme de una sola vez una suma cercana a los 15.000.000 de guaraníes, pero al final proceden con un mazazo sin previo aviso, y por supuesto lo tienen bien orquestado, por que seguro tienen todos los argumentos legales a esgrimir ante esta operación leonina. Dejaron de cobrar por varios meses, es como pasarte un vaso de agua ante la situación pero hoy procedieron a tirarme al río, sin preguntarme siquiera si sé nadar.
Lo demás no les interesa, siquiera una consulta si estaba con posibilidades de asumir la operación, no interesó que yo estuviera con necesidades ingentes con ese colchón económico previsto, total sus intereses priman más que los de sus clientes, que por cierto soy cliente desde hace 20 años. La perorata de la función social que cumplen es una falacia que no podrán sostener.
En el día del santo patrono de los paraguayos, San Cayetano, protector de los trabajadores, sufrí esta indiferencia y un despojo resultante de la aplanadora económica de un banco que se jacta que ayuda a los funcionarios públicos, a los empleados y cumple una función social importante con actos de gran espectáculo publicitario, pero que estos actos jamas serán ventilados ya que no hacen en favor de ese supuesto prestigio disfrazado de mercaderes del dinero frío y calculadores, como son.
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Los conformistas dirán, total ya todo esta patas para arriba el país, y una más qué hace, no les afecta ni afectará por que estamos cayendo en el círculo del que me importa y sálvense los que puedan. ¿El periodismo es la ultima herramienta que a veces les mueve a estos monstruos a proceder como corresponde y espero que con este clamor alguien pueda ayudar y multiplicar esta voz, para así mover la máquina de lo que está bien, de trabajar mejor y hacer lo mejor.
Rafael Jesús Ortiz Cibils