El hámster dorado: una mascota popular y noctámbula

El hámster dorado es uno de los más populares de su especie, muy requerido como mascota y no cuesta mucho dinero. Sin embargo, este pequeño roedor es un animal algo tímido, solitario y bastante esquivo a las caricias. Además activo de noche y duerme día.

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Los hámster dorados provienen de regiones muy áridas, donde deben recorrer grandes distancias en busca de alimento. "Es por eso, que los animales tienen una gran necesidad de movimiento y son muy activos", dice Daniela Rickert, de la Asociación alemana Veterinaria para la Protección de Animales.

Para colmar su necesidad de movilidad el hámster debe disponer de una rueda de ejercicio, señala Rickert. "La rueda debe tener como mínimo un radio de 30 centímetros. Esto es importante porque si no se puede dañar la columna vertebral del animal. Además, la rueda no debe tener aberturas, ni barrotes de metal para que sus patitas no queden atrapadas. La madera es el material más apropiado para una rueda giratoria", indica la especialista.

Como les gusta cavar, el lecho es un componente esencial en el hábitat del hámster. Hay distintos tipos de sustrato indicados para la jaula de la mascota, como la viruta o la pulpa de madera.

"Es importante que el lecho tenga una altura de al menos 20 centímetros", dice Rickert. Para que el hámster pueda hacer surcos más firmes se puede mezclar el material del lecho con papel o paja. Una jaula con varios niveles le ofrece a la mascota más estímulos.

La jaula debe tener como mínimo un metro de largo y un ancho y una altura de 50 centímetros, respectivamente. "Estas son medidas absolutamente mínimas", recalca Rickert. "Cuanto más grande sea la jaula, mejor".

Los terrarios con una buena ventilación son mejores que las jaulas de tejido de alambre, agrega.

Si el hámster tiene posibilidades de hacer túneles no necesita una casita para dormir, indica Astrid Behr de la Sociedad de Veterinarios. Puede agregarse papel de cocina, pañuelos de papel o papel higiénico a la jaula para que el roedor pueda construir un lecho más cómodo.

Con su alimentación hay que tener algunas precauciones. No conviene alimentar a los hámster dorados con semillas de girasol o nueces porque son muy grasosos, ni tampoco frutos secos porque son muy dulces.

En tanto, estos animales pueden comer mezclas que contengan pequeñas semillas y proteína animal, por ejemplo grillos secos. "También se les puede dar gusanos de la harina, pero no muy a menudo, pues son muy grasosos", advierte Behr.

Es importante esparcir la comida y no concentrarla en un solo sitio. Es una manera de que se mantengan ocupadas. También se entretienen con ramitas de las frutas, que son muy apropiadas para roer.

Para proteger su piel los hámster se dan baños de arena, por eso conviene suministrarles una arena suave que no tenga durezas, como por ejemplo restos de moluscos", aconseja Behr. La más adecuada es la arena de chinchilla. Cuando se limpia la jaula hay que tirar sólo un tercio del contenido.

"Los hámster se orientan a través de su sentido de olfato. Si las marcas de olor desaparecen por completo se los somete a una situación de estrés", manifiesta Behr.

También hay que tener cuidado con los juguetes ya que no todos los que se venden son apropiados, advierte el protector de animales Jürgen Hirt.

Las bolas de correr son muy malas. "Si bien es bueno que tengan estímulos para moverse, las bolas les generan pánico y pierden la orientación". Además, le puede causar problemas de respiración, aclara.

Los hámster duermen durante el día. Son animales nocturnos y si se los despierta de día sufren estrés. En esos casos pueden morder muy fuerte y a la larga este estrés acorta su vida, explica Hirt.

De cualquier manera, estas mascotas viven poco aunque estén sanas y relajadas. "No mas de dos a tres años", añade.

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