La mayoría de los presentes en la sesión ordinaria de la Cámara Baja resolvió dar curso al proyecto de ley presentado ayer en común acuerdo entre los tres poderes del Estado para evitar un colapso en el sistema judicial, tras la modificación del artículo 245, que deja a criterio del juez la posibilidad de otorgar medidas alternativas a la prisión preventiva.
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El planteamiento modifica los artículos 129, 141 y 251 del Código Procesal Penal y extiende de 48 horas a cinco días el plazo para que los jueces puedan imponer medidas alternativas, además de elevar el tiempo de 24 horas a 10 días para las resoluciones fictas. No obstante, estas modificaciones serán temporales porque tienen un plazo de vigencia hasta enero de 2020. Ahora, el proyecto pasa a la Cámara de Senadores.
La diputada Rocío Vallejo explicó en la sesión nuevamente que el objetivo es evitar el colapso judicial, entonces se le dará mayor tiempo a los magistrados para que analicen y tomen una decisión caso por caso cuando se modifique el artículo 245. Tras ese tiempo, que sería de aproximadamente seis meses, los plazos volverán a ser iguales a los actuales.
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El pasado 10 de julio la Cámara de Diputados resolvió modificar el artículo 245 para devolverle la potestad a los jueves de establecer las medidas preventivas en cuanto a los procesados por la justicia, incluso para aquellos que estén imputados por los hechos punibles que son considerados crímenes, que hasta la fecha no admiten medidas alternativas a la prisión. Al día siguiente, el 11 de julio, el Senado también aceptó la propuesta y el proyecto pasó estar en la cancha del Ejecutivo, que deberá promulgarla en los próximos días.
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Este cambio en el código penal responde a la necesidad de las autoridades de descomprimir el sistema penitenciario, puesto que las cárceles están superpobladas y hay una gran cantidad de presos que ni siquiera tienen condena.
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El debate surgió con fuerza nuevamente luego del motín ocurrido en el penal de San Pedro, que culminó con el asesinato de 10 prisioneros, varios de ellos decapitados y hasta calcinados, debido a una pelea entre bandas del crimen organizado.