Así lo afirmaron Rigoberto Urbieta, presidente de la Federación de Trabajadores Bancarios del Paraguay, Carlos Díaz Valiente, presidente de la Coordinadora de Gremios de Jubilados y Pensionados Bancarios y José Coluchi, vicepresidente de la Unión Nacional de Jubilados y Pensionados Bancarios, justificando el apoyo de la mayoría de la dirigencia de bancarios, según un comunicado.
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Díaz Valiente explicó que la campaña de reelección por José Caballero a la Presidencia, Angel Chamorro, Miguel Oro y Xavier Hamuy como miembros titulares, obedece a la buena gestión administrativa realizada por los mencionados dirigentes al frente de la Caja Bancaria.
“En tres años y medio de mandato los citados lograron una rentabilidad de más de 75 millones de US$, se hizo realidad el sueño de la casa propia de muchos compañeros activos, en lo social el seguro y reaseguro médico logró solventar costosos gastos de medicina de alta complejidad, la sede social es hoy orgullo por la belleza y practicidad para los eventos deportivos y sociales. En el sector tecnológico se ha implementado una aplicación que facilita los trámites y gestiones de cualquier tipo sin la necesidad de que los afiliados se trasladen obligatoriamente a las oficinas de la Caja, entre los más importantes puntos que puedo citar”, señaló Díaz Valiente.
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Por su parte Rigoberto Urbieta, titular de la Fetraban, afirmó que más de una veintena de gremios de activos y jubilados han solicitado a esta administración continuar, para seguir con los proyectos ya iniciados y organizados en forma conjunta, con la abierta participación de los gremios.
Con respecto a los cuestionamientos señalaron que “las voces disidentes provienen de un grupo de afiliados que quedó fuera de la administración de la Caja tras las elecciones pasadas, como así también del Centro de Jubilados y Pensionados Bancarios por mala gestión de los mismos, resintiendo y expresándose a través de protestas callejeras y escritos en redes sociales. Tratamos de contestar esos agravios con hechos y gestiones concretas, y no amenazas ni promesas”, finalizó José Coluchi.