En comunicación con ABC Cardinal este martes, el exministro de Hacienda Santiago Peña habló de la difícil situación económica por la que atraviesa el país, un panorama que según afirmó ya se vislumbraba desde finales de 2018.
Peña relató que en el primer semestre se comenzó a hacer evidente una “desaceleración” de la econonomía paraguaya que temía empezara a “perjudicar la expectativa a futuro del crecimiento” económico, y “hacia mayo se iba convirtiendo en lo que podía ser una recesión”.
Peña aseguró que vio lo que considera una especie de mentalidad de “negación” de parte del Gobierno, aunque señaló el “equipo económico” de la administración de Mario Abdo Benítez comenzó a “internalizar” la gravedad de la situación.
Peña, que fue precandidato a la Presidencia de la República por la ANR, y perdió la candidatura ante Mario Abdo Benítez, dijo que “si no diagnosticamos bien la situación, difícilmente podemos proyectar una salida”.
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El exministro de Hacienda dijo que el Gobierno aún estima un crecimiento de alrededor de 1,5% de la economía paraguaya, aunque dijo opinar que su cálculo es que estará cerca del 0%, y añadió que Paraguay no se puede “dar el lujo” de crecer solo 1 o 2% anualmente, sino que necesita crecer al menos en un 5% por año.
Peña opinó que un problema grave es que al Gobierno “le está costando entusiasmar al sector privado”, que opinó es el que realmente “mueve” la economía paraguaya, señalando que actualmente “hay cerca de 300 empresas que hicieron llamados a acreedores” y una quincena que se declaró en quiebra.
El exministro consideró que este año no debería haber una discusión del Presupuesto General de la Nación, al juzgar que es algo que “tiene a todo el país en vilo”, un debate en que los legisladores toman decisiones políticas en vez de económicas.
“No es un año para especular si podemos sacar un nuevo presupuesto”, aseguró.