El galeno ingresó ayer a la prisión y -debido a que era investigado por un crimen que causó conmoción- se lo alojó provisoriamente en la Admisión de la cárcel para cumplir su prisión preventiva de manera segura, informó a ABC Cardinal Joaquín González, director de Establecimientos Penitenciarios del Ministerio de Justicia.
López González estuvo acompañado por el capataz de la Admisión hasta antes de dormir. Sin embargo, esta mañana fue encontrado colgado en el recinto. Esto ocurre en la zona donde se supone que contaba con mayor control para evitar que su vida corra riesgo y soporte el proceso judicial abierto en su contra, con todas las garantías de protección a su integridad.
En su audiencia de imposición de medidas, ayer, la defensa había dicho que el Dr. López padecía problemas de salud y que había un potencial riesgo de convulsión, motivo por el cual la jueza penal de garantías Alicia Pedrozo ordenó que sea revisado por un médico del Ministerio Público y también sugirió que sea sometido a una evaluación psiquiátrica.
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Sin rastros de violencia
La inspección forense no encontró lesiones de defensa ni de ataques en el cuerpo de Aldo Ariel López, según informó el médico Pablo Lemir, quien realizó el procedimiento esta tarde. No obstante, la evaluación final se tendrá recién dentro de 30 días.
Lemir sí indicó que encontraron marcas de inyecciones desde el mulso hasta los tobillos y las más recientes corresponden a tres o cuatro días atrás. Dijo que se tomaron muestras para tratar de determinar qué tipo de droga se inyectaba.
Feminicidio
El imputado se encargó de llevar a su novia en condiciones graves hasta el Sanatorio San Martín de Asunción. Tras dejarla sin mayores explicaciones de por medio, volvió a retirarse en su vehículo y regresó horas después a bordo de un móvil de Uber.
Los profesionales encontraron rastros de asfixia en el cuerpo de la mujer, por lo que dieron aviso a la Policía y poco después se detuvo al Dr. López González, quien alegó que la joven se ahogó en su propio vómito.
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Durante la autopsia se encontraron indicadores de una muerte violenta del tipo feminicidio, hecho punible por el que fue finalmente imputado. Los resultados demostraron que la víctima presentaba lesiones en el cuello que exponen un intento de asfixia, así como dos lesiones contusas en el cráneo, que le causaron una hemorragia cerebral. También encontraron lesiones contusas en distintas partes del cuerpo, de larga data, que dejaron al descubierto que la joven fue víctima de violencia en episodios anteriores.
Otro hallazgo resaltante fue una serie de heridas de inyecciones en los tobillos similares a las del médico, pero no se sabe si fueron autoinfligidas o no.
En un principio se informó que el sospechoso era parte del staff del sanatorio donde se constató el deceso de Mayra; pero posteriormente esto fue desmentido a través de un comunicado oficial por la empresa Pre-Medic SA, dueña del San Martín.