Esta tarde estuvo en la cabina de ABC Cardinal ubicada en la capital cordillerana el intendente de Caacupé, Diego Riveros. Este explicó cuál es el impacto que genera en la ciudad esta festividad religiosa que se celebra cada 8 de diciembre.
En ese contexto, comentó que, según su parecer, este año ha crecido bastante la afluencia. “Además, que cae viernes, sábado y domingo; parece que se hace a propósito, porque hace que la gente se organice y venga de manera escalonada. Esto se va a ir notando más a medida que pasan las horas”, indicó.
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Al ser consultado cómo mide la Municipalidad el volumen de visitantes que llegan, señaló que hay una comparación que se suele hacer con todos los comercios de la zona y con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en los peajes. “Lo que se estima es que entre el 15 de noviembre y el 15 de enero, que son dos meses, trascurren por nuestra ciudad cerca de 3 millones de personas", resaltó.
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Manifestó que si se hace referencia puntualmente al operativo solamente del novenario, se calcula que son 1.200.000 personas las que pasan por Caacupé. Nosotros creemos, con base de los estudios que estuvimos haciendo, que han pasado ya 800.000 personas por Caacupé, desde el inicio del novenario. Creemos que esa diferencia, para llegar a 1.200.000, se está dando ahora. Esto empezó con el Ángelus, que no suele generar tanta expectativa, no hay tanta gente acá; sin embargo, cuando empezaba la misa a la mañana esto se llenó", recalcó.
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Contó que desde su perspectiva, para la ciudadanía en general esto representa una última esperanza para cerrar bien el año que ha sido difícil, y para muchos comerciantes, también es la última oportunidad para preparar sus fiestas de fin de año. “Había mucha desesperación con las lluvias de ese fin de semana pasado. La gente se llegó a preocupar, pero ahora el tiempo se está portando, está ayudando. La gente no solamente viene en número, sino hace compras; hace compras. La gente ya está hablando de números”, agregó.
Manifestó que a la Municipalidad, solamente el Operativo Caacupé, le deja G. 800 millones, que sí es mucho dinero, pero no para la inversión que ella hace. “Esto cuesta, en números, aproximadamente cerca de G. 900 millones, pero en el mes de enero todos los comercios se van a pagar sus patentes, sus registros, pagan todo. Es una inversión”, acotó.
Recordó que, por ejemplo, en el año 2016 hubo mucha lluvia y no le fue bien a Caacupé, comercialmente, lo cual repercutió en enero directamente en nosotros. “En el 2018, fue positivo; creo que en poco tiempo más va a ser muy positivo”, opinó.
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En cuanto a lo que la Municipalidad cobra a la ciudadanía, expresó que el único canon que tiene es el estacionamiento, de G. 10.000, que en estas fechas está llegando a un tope de recaudación.
Añadió que la bonanza económica de Caacupé empieza ya en el mes de setiembre; toda la temporada que va a hasta mediados de mayo. “Nuestra época un poco complicada va entre mayo, junio, julio y agosto; después la afluencia económica crece”, declaró.
No obstante, negó que haya cierres de negocios en las temporadas bajas, al contrario, sostuvo que hay más aperturas de comercios cada año. “Hemos crecido bastante en hotelería, hemos crecido en posadas turísticas, considerablemente hemos crecido en eso, lo que permite que la gente venga más tiempo”, agregó.
Finalmente, habló de algunos lugares turísticos que tienen los visitantes para ver en Caacupé, como los cerros Cristo Rey y Kavaju, el Tupasy Ykua, además de emprendimientos privados como El Escondido. “La gente puede recorrer dos o tres días acá. Después, tenés varias ciudades atractivas dentro de lo que es el departamento, como San Bernardino, Atyrá...”, referenció.