La joven, según las primeras pesquisas, habría simulado su secuestro desde el lunes 23 de diciembre. Su familia realizó la denuncia el martes 24 luego de que el padre de su hija Óscar Benítez y otro amigo recibieran mensajes del celular de la joven donde exigían la suma de G. 25 millones para su liberación. La fiscala Gloria Gamarra solicitó la ayuda de la Unidad Antisecuestros de la Policía Nacional y como primera medida se realizó la triangulación de la señal de su celular. Así se pudo determinar que la misma se encontraba circulando entre las localidades de Itauguá, Capiatá y San Lorenzo.
Ya en horas de la noche del martes la mujer se sintió acorralada y simuló que sus captores la abandonaron en la zona de Itauguá Guazú. La Policía la encontró semidesnuda y con escoriaciones en varias partes del cuerpo. Por ello fue trasladada al Hospital Nacional de Itauguá donde fue examinada por un médico forense, quien determinó que las heridas eran muy superficiales (posiblemente autoinfligidas) y que no había rastros de abuso. En diálogo con la fiscala Gamarra y luego de entrar en varias contradicciones finalmente confesó que ella había simulado el hecho con el objetivo de que el padre de su hija le provea de dinero. Asimismo, indicó dónde arrojó el celular y el cuchillo utilizado.
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A raíz de esa situación fue imputada por simulación de hecho punible que tiene una expectativa de pena de tres años o multa. La fiscala Gloria Gamarra dispuso que Ana Ortiz fuera sometida a una pericia psiquiátrica por el forense del Ministerio Público para determinar su estado mental.
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