El dinero es para fortalecer las USF, que consisten en instalaciones con un médico, un agente de enfermería u obstetricia y agentes comunitarios quienes se ocupan de un territorio social de entre 3.500 a 5.000 personas.
Los diputados debatieron en torno a la necesidad de que parte de este dinero también se utilice en la lucha contra el coronavirus. Ayer, en Senado se había negado la flexibilidad, pero Oscar Llamosas, viceministro de Administración Financiera, quien estuvo presente en el sitio, dijo que el Ejecutivo podría redireccionar eventualmente los fondos.
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Según el Banco Mundial, los principales beneficiarios serán las mujeres en edad fértil y los niños, así como la población afectada por enfermedades prevalentes, quienes representan cerca del 70% de la población del país equivalente a 4,6 millones de paraguayos.
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El proyecto se implementará a nivel nacional, con un enfoque en Central, Paraguarí, Cordillera y Amambay. Se prevé la construcción de 152 nuevas USF y la rehabilitación de 114 ya existentes, así como el mejoramiento de 10 hospitales distritales. Pero se estima que el déficit total es de unas 800 unidades.