Al no tener un salario fijo, los vendedores de la TOA comentan haber sido fuertemente afectados ante el cierre del lugar resuelto por la Municipalidad de Asunción como medida preventiva ante el COVID-19.
Vendedores de chipa, dulces, artesanía, ropa, libros y los cambistas, entre otros, son los afectados. “No todos son permisionarios, porque muchos trabajan en los locales de permisionarios y ganan día a día como nosotros, no tienen salario fijo ni IPS”, comentó Silvia Notario, vendedora de mate y tereré desde hace 34 años en la TOA.
Explicó que ella está cumpliendo la cuarentena, especialmente porque ya tiene 60 años y está en un grupo de riesgo. Dijo que lastimosamente tiene nietos que dependen de ella. “¿Y a los niños cómo les decís que no cuando tienen hambre?”, expresó angustiada.
Agregó que la Comuna los tiene censados y bien identificados a los permisionarios, por lo que pide que actúen para que sean considerados en el censo de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para recibir kits. Dijo que ha llamado a los números difundidos por la institución para la inscripción, pero nadie contesta.
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Más de 180 afectados
Los vendedores hicieron un cálculo rápido de cuántos dependen de ellos y dijeron a ABC Color que la Municipalidad de Asunción tiene censados y habilitados para trabajar en la terminal a 180 personas. Eso, multiplicado como mínimo por 5, dan 900 personas, entre ellas niños y adultos mayores.
Asimismo, existe una gran cantidad de trabajadores que no son permisionarios y que se apostaban a vender fuera de la TOA frutas, chicles, diarios, etc.
La Municipalidad de Asunción, por su parte, ha liberado del pago del canon a todos los permisionarios afectados.
