Los pocos locales abiertos sobre la avenida principal de la ciudad de Salto del Guairá, sin embargo, lo hacen con gran entusiasmo y buscan atraer a la clientela paraguaya con grandes promociones. En muchos locales se ofertan productos con más del 50% de descuento, en su mayoría tiendas de ropas y frazadas.
Un gran porcentaje de comercio, cuyas puertas permanecen cerradas, también están activas, mediante el sistema de ventas online.
La mayoría, sin embargo, prefieren esperar totalmente paralizados porque con la frontera cerrada el costo-beneficio no compensa. “Nuestra logística es muy elevada y con la clientela local solamente tendremos más pérdidas que manteniéndonos cerrado”, señaló un alto funcionario de un shopping.
La aparente quietud del centro comercial, sin embargo, no refleja toda la realidad. Existe un comercio nocturno de todo tipo de mercaderías que salen hacia el Brasil de contrabando, siendo el principal producto el cigarrillo.
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Ese tipo de comercio, si bien sufrió igualmente una disminución, sigue en auge tanto por la frontera seca -en camiones- como por el río Paraná -en embarcaciones-. La Policía brasileña diariamente reporta grandes decomisos de mercaderías provenientes de nuestro país, siendo también el cigarrillo el que ocupa el primer lugar en ese sentido.
La consecuencia más grave de la cuarentena por el Covid-19, en la capital de Canindeyú fue la pérdida de al menos 10.000 puestos de trabajo en la ciudad, entre formales e informales. Solo los tres shoppings más grandes despidieron a 1.500 trabajadores. Consecuencia de esa realidad, más de 10 mudanzas por semana se registra en la Municipalidad local.
Los comerciantes locales se quejan igualmente de la falta de créditos flexibles y baratos por parte del Gobierno, y aseguran que el Fogapi, por ejemplo, tiene nulo efecto para dicho sector en la frontera.