En Salto no piden apertura de frontera, sí congelamiento de deudas

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Parte de la movilización ayer en Salto, en el llamado bocinazo fronterizo.
Parte de la movilización ayer en Salto, en el llamado bocinazo fronterizo.Rosendo Duarte

SALTO DEL GUAIRÁ. Dirigentes de las mipymes de esta ciudad aclararon que el multitudinario bocinazo fronterizo de ayer no fue para pedir la apertura inmediata de la frontera, sino el auxilio del Estado a los comerciantes y trabajadores. El congelamiento de las deudas por lo menos por un año es el principal objetivo.

La precisión fue realiza tras las críticas realizadas por redes sociales, confundiendo los pedidos de distintos lugares donde ayer se realizó el bocinazo. “En Ciudad del Este reclaman la apertura inteligente del Puente de la Amistad, pero nosotros aquí no pretendemos la apertura de la frontera de forma inmediata. Lo que de inmediato necesitamos es que nos congelen nuestras deudas para poder respirar, sobrevivir, tomar impulso y reiniciar, sin obligarnos a correr de la frontera”, señaló Víctor Stanley, vocero de las mipymes.

En la víspera, cerca de 2.000 vehículos marcharon por casi 7 kilómetros por el centro de Salto del Guairá, hasta la frontera, en el marco del llamado que realizó la Asociación de Desempleados de la Frontera (ADF) que exige trabajo o subsidio al Estado.

En la capital de Canindeyú cesaron unos 5.000 funcionarios de comercio y la misma cantidad de informales que dependen del sector, siendo 1.500 los cesados solo de los tres grandes shoppings que existen en la ciudad.

Cientos de familias ya migraron a otros puntos del país, ante la difícil situación de sobrevivir en la frontera sin empleo, suerte que igualmente les toca a los micro, pequeños y medianos comerciantes. “Incluso los grandes pueden terminar desanclando si esto empeora”, dijo Stanley.

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Al cierre de cientos de comercios relacionados al turismo de compra, el nulo movimiento económico ya obligó igualmente a la clausura de dos sucursales bancarias en la ciudad (Atlas y Familiar). Todos los hoteles, restaurantes e incluso el sector de la construcción están parados porque dependen del único motor económico que tiene la ciudad, que es el comercio fronterizo.

Análisis regional

Con respecto a la frontera y su probable reapertura, los comerciantes locales plantean que el Gobierno haga un estudio regional sobre el alcance de la pandemia, y no se guié por la situación de todo el Brasil, que es casi un continente.

“Deben estudiar el avance del problema en los estados que limitan con Paraguay; Mato Grosso do Sul y Paraná, porque lo que pasa en San Pablo, Belén, Río de Janeiro, a nosotros comercialmente no nos afecta, y por ende tampoco tendría impacto desde el punto de vista de la salud. El 90 por ciento de nuestros clientes son de los dos estados limítrofes”, indicó Víctor Silva, representante de una de las mayores empresas de la ciudad.